Tras casi perder el autobús que nos lleva a Banning Mills por estar en el terminal equivocado, finalmente dí con el grupo del Big Nerd Ranch cuando ya casi había perdido la esperanza y veía como Tom Hanks en la película Terminal.
Tras unos 40 minutos por el típico paisaje americano (llanuras infinitas hasta el horizonte) y charlar un rato con algunos de los demás nerds, llegamos al Historic Banning Mills.
Las instalaciones están bastante bien, y estoy instalado en una cabaña de madera con una calefacción suficientemente potente como para asar una vaca entera. El plan es poner al día los emilios y cenar con el resto de la tropa a las 18:30 (esta gente tiene unos horarios rarísimos ;-).