El término Inteligencia Artificial cada día es más usado por todo el mundo, e incluso en diferentes momentos de nuestro día, una máquina está con nosotros ayudándonos en algún proceso sin darnos cuenta. Chatbots, asistentes virtuales, asistentes médicos, videojuegos, agencias de viajes y hasta algunos contactos en redes sociales, son una muestra de cómo la inteligencia artificial es parte de nuestra vida.
Es importante que todos sepamos de dónde viene esta tecnología, qué implicaciones trae y también qué futuro le espera. Como programador debes conocer a fondo los componentes, el desarrollo y cómo esta tecnología potenciará tus proyectos.
¿Dónde nace la IA?
La inteligencia artificial no es algo nuevo, es un tema del que llevamos muchos años hablando y soñando, pero que hasta hace poco tiempo se ha empezado a materializar de forma exponencial. La primera vez que se habló de esta tecnología fue en 1956 en una conferencia del “Darthmouth College” en donde se discutió sobre un tema emergente llamado “thinking machines”. Para que te hagas una idea del contexto de esta época, apenas estaban saliendo a la luz los primeros ordenadores comerciales y se estaba empezando a descubrir el potencial de ellos en el sector industrial, es decir que por estos años, todo lo que se podía hablar de Inteligencia Artificial eran expectativas y sueños sin fundamento práctico.
Los años siguientes empezaron a tener avances gracias a desarrollos que buscaban emular tareas cognitivas de un humano a través de una máquina. Un ejemplo de esto fueron los primeros juegos de ajedrez en ordenador, que a través de inteligencia artificial daban al usuario niveles de dificultad y la sensación de estar interactuando con un humano más. Hoy en día hay juegos de ajedrez a los que ninguna persona ha logrado derrotar.
La Inteligencia Artificial no es el futuro
Mientras muchas personas hablan de lo que la IA traerá para el futuro, si piensas en detalle, la realidad es que la IA es el presente incluso con su evolución, el Deep Learning. Operaciones bancarias, ventas, manufactura, educación y entretenimiento, son sectores controlados por esta tecnología que cada día mejora y aprende del comportamiento de sus usuarios. Si te preguntas por qué precisamente en estos años fue cuando la IA se materializó, hay tres factores clave que lo permitieron:
- Coste de ordenadores y máquinas: la llegada de nuevos equipos de procesamiento nuevos chips más potentes e incluso servicios de empresas que cobran por uso, han permitido que sea más sencillo integrar IA a casi todos los desarrollos con una mínima inversión.
- Coste de almacenamiento en la nube: gracias al Big Data, manejar una gran cantidad de datos para explotarlos y mejorar los desarrollos, es más fácil y económico comparado con el pasado, estos datos suelen estar almacenados en servicios cloud como AWS, Google Cloud o Azure donde los costes y planes son flexibles y adaptables al tamaño de los proyectos.
- Trabajo paralelo de la neurociencia con la ciencia computacional: en los últimos años los investigadores han dado prioridad a entender el comportamiento humano, para luego pasarlo al código, este trabajo se ha convertido en una sinergia en la que gracias a la tecnología es más fácil entender a las personas y de esta manera se avanza más en el desarrollo de IA.
Un impacto económico
Además de convertirse en un apoyo para el usuario, la Inteligencia Artificial actualmente es uno de los principales motores económicos de la industria tecnológica. Según un estudio de Markets and Markets, para 2017 el mercado de IA estaba valorado en 16 billones de dolares, para 2025 se calcula que crecerá a 190 billones de dólares.
La compañía Forrester predice que en 2020 las empresas que utilicen AI, Big Data, y IoT para descubrir nuevas oportunidades de negocio quitarán 1,2 trillones de dólares por año a aquellas empresas que no hayan implementado ninguna de estas tecnologías.
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