Startups & Tecnología: Copiar a Colombia y Chile…en vez de Grecia y Portugal.

Autor: | Última modificación: 12 de marzo de 2024 | Tiempo de Lectura: 3 minutos
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El vibrante ecosistema de startups y tecnología en Colombia

Hace un par de días que estoy en Bogotá, para impartir un curso de desarrollo iOS (iPhone  & iPad) en las instalaciones del HubBog al cual acudirán tanto empresas locales, desarrolladores individuales, empresas de Panamá y universidades de Ecuador. Nuestro curso ha tenido una gran aceptación  y hemos contado con el apoyo de muchas instituciones locales como: Además de nuestro curso, esta semana también se está llevando a cabo el Evento Pulso Conf (con conferenciantes de primera) así como una reunión de Bogotech.
El ecosistema de startups y tecnología en Colombia está en efervescencia, y más que lo activo y pujante que es el sector privado, llama la atención la implicación del gobierno Colombiano.

El ejemplar papel del Gobierno Colombiano

El Gobierno Colombiano está haciendo todo lo que en Europa soñaríamos que hiciesen con nuestros impuestos: invertirlos en formación  y desarrollo en sectores de alto valor añadido como las TIC. El Ministerio TIC (@ministerio_TIC) de Colombia tiene innumerables iniciativas, para favorecer el ecosistema de startups y tecnología, desde fomentar el uso de las TIC en las PYMES y la población,  enseñar a programar a niños con talento, hasta formar a desarrolladores colombianos en las tecnologías más importantes de este momento. Programas  como Apps.co, vive Digital y codeRise son un oasis de sensatez y causan envidia en Europa. Hace poco salió la noticia que Colombia acababa de superar a Argentina en PIB, pasando a ser la tercera economía de América Latina. Todo esto no puede ser coincidencia y creo que son evidencias de un trabajo bien hecho durante tiempo. Si a eso unimos el papel de apoyo que juegan entidades como Wayra Colombia o Endeavour Colombia, está claro que el sector de las TIC, con su alto valor añadido y relativamente escasas necesidades de financiación, pronto serán un componente fuerte del PIB nacional.

La gran oportunidad está al alcance

Teniendo en cuenta el estado de postración en que se encuentra Europa (mirando estupefacta el cadáver de su estado del bienestar, negando que esté muerto a pesar del olor y las moscas y mirando a  otro lado mientras los políticos nos lo cambian por el «bienestar del estado») Colombia tiene una gran oportunidad de dar un salto hacía adelante incorporando la tecnología y el software como nuevo componente básico de su economía. El capital humano lo tienen: los desarrolladores y emprendedores que he conocido son muy capaces y trabajadores. Facilidades por parte del gobierno, no podrían tener más  y las relaciones con los VC del Valle del Silicio parecen ser buenas. Si a eso le añadimos formación de primera en las tecnologías clave, el cóctel está completo. Por algo Colombia tiene dos ciudades (Bogotá y Medellín) en la lista de «top Latin American Tech Hubs» según  The Next Web.

Start me up, Chile

Lo mismo se podría decir de mi otra patria, Chile (tengo doble nacionalidad Española y Chilena), cuyo programa StartupChile es un ejemplo de cóma atraer  capital humano altamente capacitado y emprendedor al país. Tanto es así que ya ha sido copiado por muchos otros países emergentes, como Malasia.

La Formación como única forma de competir

Claramente Colombia y Chile han entendido lo que es evidente: la formación, la educación y la inversión en conocimiento y tecnología son la UNICA forma de que una nación se enriquezca de forma sostenible y duradera. La única salida de la pobreza es la educación. Mientras tanto, en España, al emprendedor, la sociedad sigue viéndolo como un «bandido» en el mejor de los casos, y nuestros gobiernos malgastan nuestros cada vez más escasos impuestos en embajadas regionales, aeropuertos fantasmas, y rescates para bancos públicos en quiebra, por la pésima administración que de ellos han hecho otros políticos.

O copiamos a Grecia y Portugal o a Colombia y Chile

Tenemos dos caminos: el de Grecia y Portugal, o el de Colombia y Chile. De cual elijamos, determinará el porvenir de nuestros hijos.

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