El efecto señuelo es un fenómeno en el que los consumidores cambian sus preferencias de compra cuando se les presenta una tercera opción, influenciando su percepción de valor y llevándolos a elegir una opción más cara o rentable para el negocio. Esta estrategia, estudiada en el campo del neuromarketing, se aprovecha de los sesgos cognitivos para guiar las decisiones de compra. En el siguiente artículo, exploraremos en detalle cómo funciona este efecto, ejemplos clave y cómo integrarlo en una estrategia de pricing.
Cómo funciona el efecto señuelo
El efecto señuelo, también conocido como «decoy effect» en inglés, es una estrategia psicológica utilizada en el campo del marketing y marketing digital para influir en las decisiones de compra de los consumidores. Se basa en la introducción de una tercera opción, llamada señuelo, entre dos opciones principales, con el objetivo de modificar la percepción de valor y dirigir la elección del consumidor hacia la opción más rentable para el negocio.
El efecto señuelo es un fenómeno en el que los consumidores cambian sus preferencias de compra cuando se les presenta una tercera opción, influenciando su percepción de valor y llevándolos a elegir una opción más cara o rentable para el negocio. Cuando los consumidores se enfrentan a solo dos opciones, su decisión se basa principalmente en comparar directamente los atributos y precios de esas dos opciones. Sin embargo, al introducir una tercera opción, se crea un nuevo marco de referencia que altera la percepción de valor de las opciones originales.
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👉 Prueba gratis el Bootcamp en Marketing Digital y Análisis de Datos por una semanaEl señuelo se elige cuidadosamente para que su precio y características lo hagan menos atractivo que la opción principal que se quiere promocionar, pero más atractivo que la opción alternativa. Esta estrategia explota la tendencia natural de los consumidores a buscar puntos de referencia para tomar decisiones y a optar por la opción que parece ofrecer el mejor valor relativo.
La diferencia de precio entre las dos opciones principales debe ser mínima para que el efecto señuelo sea efectivo. Además, el señuelo debe estar físicamente al lado del producto que se quiere promocionar, facilitando la comparación directa.
El éxito del efecto señuelo radica en la capacidad de manipular la percepción del consumidor sobre el valor de las diferentes opciones, llevándolos a tomar decisiones que benefician al negocio. Sin embargo, es importante utilizar esta estrategia de manera ética y transparente para evitar posibles repercusiones negativas en la percepción de la marca por parte de los consumidores.
¿A qué productos se puede aplicar?
El efecto señuelo es efectivo para la venta de productos similares pero con ligeras diferencias, como calidad, volumen o características adicionales. También se puede aplicar a servicios, especialmente en entornos online, como suscripciones o adquisición de espacios en la nube. Empresas como Spotify han utilizado esta estrategia con éxito al ofrecer diferentes paquetes de suscripción con pequeñas diferencias de precio.
Cómo utilizar el efecto señuelo en tu e-commerce
Para aprovechar el efecto señuelo en un e-commerce, es importante seguir algunas mejores prácticas:
- Ofrecer tres opciones claras para evitar abrumar al cliente.
- Colocar físicamente el señuelo junto al producto de mayor precio.
- Crear un señuelo poco atractivo para resaltar la opción más conveniente para la marca.
- Utilizar tablas de precios para facilitar la comparación y destacar la opción preferida.
Ejemplos de efecto señuelo
Algunos ejemplos conocidos del efecto señuelo incluyen:
- Las palomitas de maíz en el cine, donde la introducción de un tamaño intermedio hace que la opción más cara parezca más atractiva.
- Las suscripciones a The Economist, donde la inclusión de una tercera opción cambia drásticamente la preferencia de los consumidores.
- La estrategia de productos de IKEA, que utiliza productos específicos como señuelos para influir en las decisiones de compra.
El efecto señuelo es una herramienta poderosa en el arsenal de marketing de cualquier empresa, pero debe utilizarse con cuidado para evitar posibles repercusiones negativas en la percepción de la marca por parte de los consumidores.
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