Te has preguntado ¿cómo medimos el rendimiento de los algoritmos o por qué algunos problemas tardan tanto en resolverse mientras otros parecen fáciles?
La respuesta se encuentra en el estudio de la complejidad computacional. Este campo de la informática nos ayuda a entender la eficiencia de los algoritmos y la dificultad de los problemas que queremos resolver.
En esta guía, te explicaré qué es la complejidad computacional, sus conceptos clave, y cómo afecta la programación y el desarrollo de software.
¿Qué es la complejidad computacional?

La complejidad computacional es el estudio de cuántos recursos (tiempo y espacio) necesita un algoritmo para resolver un problema, en función de su tamaño de entrada.
Dicho de manera más simple, la complejidad nos dice qué tan difícil o costoso es resolver un problema usando una computadora.
Imagina que tienes que resolver un rompecabezas. Si el rompecabezas tiene pocas piezas, lo resolverás rápido.
Pero si tiene mil piezas, te tomará mucho más tiempo. La complejidad computacional se encarga de estudiar cómo crece ese tiempo o esfuerzo a medida que crece el problema.
¿Por qué es importante la complejidad computacional?
Los desarrolladores, científicos de datos y profesionales en Big Data y Machine Learning necesitan entender la complejidad computacional porque les ayuda a:
- Elegir el mejor algoritmo para resolver un problema.
- Predecir el tiempo que un algoritmo tardará en ejecutarse.
- Optimizar sus programas para que sean más rápidos y eficientes.
¿Te imaginas entrenar un modelo de Machine Learning que tarde semanas en procesar datos? Es aquí la complejidad te permite evaluar si hay una mejor forma de hacerlo.
Tipos de complejidad: Tiempo y Espacio
Hay dos tipos principales de complejidad:
Complejidad temporal
Mide el tiempo que un algoritmo tarda en ejecutarse en función del tamaño de su entrada. Este es el tipo más común y el que más nos interesa en la mayoría de los casos.
Complejidad espacial
Mide la cantidad de memoria que necesita un algoritmo para funcionar. Aunque es menos conocida, es importante cuando trabajamos con grandes volúmenes de datos.
Clases de complejidad: P, NP, NP-Completo y NP-Difícil
Dentro del estudio de la complejidad computacional, existen diferentes clases que categorizan a los problemas.
Las más importantes son:
P
Son los problemas que se pueden resolver en tiempo polinomial. Esto significa que el tiempo de ejecución de un algoritmo aumenta de manera razonable a medida que crece el tamaño del problema.
NP
Son problemas cuya solución se puede verificar rápidamente, pero no necesariamente resolver rápidamente.
NP-Completo
Son problemas de la clase NP que, además, si logramos encontrar una solución rápida para uno de ellos, podríamos resolver rápidamente todos los problemas en NP.
NP-Difícil
Son problemas tan complicados que ni siquiera estamos seguros de que tengan solución en un tiempo razonable.
Ejemplos de complejidad en algoritmos
Veamos algunos ejemplos de algoritmos y cómo su complejidad computacional afecta su rendimiento:
- Búsqueda lineal: Este es un algoritmo muy simple que recorre todos los elementos de una lista hasta encontrar el que buscamos. Su complejidad es O(n), lo que significa que el tiempo de ejecución crece linealmente con el tamaño de la lista.
- Algoritmo de la burbuja: Es un algoritmo de ordenamiento con una complejidad de O(n^2). Esto significa que su tiempo de ejecución crece de manera exponencial a medida que aumenta el tamaño de los datos. ¡Poco eficiente!
La notación Big O: Cómo medimos la eficiencia
La notación Big O es la forma en que los programadores miden la eficiencia de un algoritmo.
Nos dice cómo crece el tiempo de ejecución o el uso de memoria a medida que el tamaño de la entrada aumenta.
Por ejemplo:
- O(1): Tiempo constante, el algoritmo siempre tarda lo mismo sin importar el tamaño del problema.
- O(n): Tiempo lineal, el tiempo de ejecución crece proporcionalmente al tamaño de la entrada.
- O(n^2): Tiempo cuadrático, el tiempo de ejecución crece exponencialmente.
¿Qué es un algoritmo eficiente?
Un algoritmo eficiente es aquel que resuelve un problema en el menor tiempo posible y usando la menor cantidad de recursos (memoria).
En términos de Big O, los algoritmos eficientes suelen tener una complejidad O(1), O(log n) o O(n), mientras que los algoritmos ineficientes tienen complejidades como O(n^2) o peores.
Algoritmos ineficientes: Un problema para Big Data
En el mundo del Big Data, donde trabajamos con enormes cantidades de información, los algoritmos ineficientes pueden volverse un gran problema.
Un algoritmo con una complejidad de O(n^2) podría tardar años en procesar datos en lugar de segundos o minutos, lo que puede resultar en costos innecesarios y retrasos.
El papel de la complejidad en el Machine Learning
En Machine Learning, la complejidad computacional es esencial.
Los algoritmos deben ser lo suficientemente eficientes para manejar grandes volúmenes de datos sin comprometer su rendimiento.
Esto es crucial cuando entrenamos modelos que procesan miles o millones de puntos de datos.
Consejos para optimizar la complejidad computacional
Aquí tienes algunos consejos prácticos para mejorar la eficiencia de tus algoritmos:
- Selecciona la estructura de datos adecuada: Un buen uso de estructuras de datos como listas, pilas o colas puede reducir el tiempo de ejecución.
- Divide y vencerás: Algoritmos como la búsqueda binaria o el algoritmo de ordenación rápida (QuickSort) utilizan este enfoque para dividir un problema en partes más pequeñas y resolverlas eficientemente.
- Evita cálculos repetidos: Usa técnicas como la memorización para almacenar resultados intermedios y evitar cálculos innecesarios.
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