Mitos y verdades de trabajar en una startup

Autor: | Última modificación: 20 de febrero de 2024 | Tiempo de Lectura: 3 minutos
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Siendo el modelo empresarial con más crecimiento en los últimos años, trabajar en una startup es cada vez más frecuente para profesionales del sector TIC. El arquetipo de empresa emergente popularizado por la famosa Silicon Valley, polo tecnológico internacional, se ha expandido por todos los rincones del mundo, ofreciendo nuevas posibilidades laborales a expertos de todas las áreas. Trabajar en una startup se ha convertido en la mejor oportunidad para jóvenes profesionales, y no tan jóvenes, para adquirir experiencia y avanzar en su carrera de manera rápida y exponencial. No obstante, la incertidumbre e inseguridad que acarrea este tipo de negocio sigue siendo un obstáculo para aquellos que no se atreven a dar el paso. En este webinar, José Pedro Moro, consultor freelance, mentor de startups y profesor asociado en la Universidad Carlos III de Madrid, nos hablará de los mitos y verdades de trabajar en una startup, en concreto cuando vienes del sector tecnológico.

Las startups necesitan desarrolladores

Solo en España, son más de 7.300 las startups existentes, según un informe sobre la situación del sector tecnológico en 2020 de Atomico. Y se trata de un modelo de negocio en aumento.  Cabify, Glovo o Fintonic, por solo mencionar algunas, son de las empresas más exitosas del país. ¿Qué tienen en común? Su estructura empresarial radica en el modelo startup, es decir, aplican estrategias de marketing innovadoras y creativas, basadas en aplicaciones y herramientas tecnológicas, para un crecimiento rápido y al menor coste posible. En este contexto, el rol de la persona que se dedica a desarrollar y poner en marcha la parte técnica de las líneas de actuación del plan de marketing es fundamental. Aquí es donde predomina la relevancia del desarrollador. El programador se convierte en el encargado de traducir las ideas del emprendedor. Por ello, en este modelo, el desarrollador será más que un simple ejecutor, a diferencia del papel que desempeña en las empresas tradicionales, donde todas las funciones están más delimitadas. En una startup, las funciones pueden ser varias y diversas. Las líneas entre las diferentes áreas son más difusas. Por ello, trabajar en una startup te permite desarrollar un perfil más versátil y polivalente.

Realidades de trabajar en una startup

Tanto para desarrolladores como para expertos de otras áreas, son numerosas las ventajas de trabajar en este tipo de empresas. Primero, es una experiencia única, donde podrás adquirir una variedad de conocimientos y aptitudes en muy poco tiempo.  Asimismo, es un tipo de trabajo por objetivos, menos encorsetado que la empresa tradicional, por lo que usualmente tendrás más libertad y la supervisión es menor. Esto, además, da rienda suelta a una mayor capacidad de innovación y creatividad. Sin embargo, como todo en la vida, también hay inconvenientes que no se pueden obviar, empezando por la carga de trabajo. No son puestos de 9h a 5h. Se trabaja mucho, sobre todo en el momento de lanzamiento. Otra de las desventajas más relevantes es la falta de estabilidad y seguridad. Una idea puede triunfar o fracasar. Así que la incertidumbre es más palpable que en una empresa tradicional. En cuanto a salarios, a pesar de la fama que tienen las startups de pagar poco, en el caso de expertos tecnológicos pasa menos, ya que son activos fundamentales para el modelo de empresa. Además, la experiencia que adquiere un desarrollador y la libertad que le proporciona trabajar en una startup, no tiene precio. En resumen, trabajar en una startup es una oportunidad única, incomparable a cualquier otro tipo de experiencia laboral. El aprendizaje y enriquecimiento que se obtienen compensan con creces los inconvenientes.

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