App Store Ads: el Imperio que se Avecina

Contenido del Bootcamp Dirigido por: | Última modificación: 17 de abril de 2024 | Tiempo de Lectura: 6 minutos

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Por qué Google compró Android

Hoy todos sabemos y damos por hecho que Android es el sistema operativo de Google para dispositivos móviles. Tanto es así que a nadie le sorprende que una empresa, cuyo negocio es la captura, procesado y venta de datos personales, haya dedicado tanto tiempo y dinero a un sistema operativo. Al fin y al cabo, tanto su negocio aparente (buscador) como real (trata de datos) se mueven a un nivel muy superior y alejados del sistema operativo del usuario.

Sin embargo, si repasamos documentos de aquel lejano 2005, cuando se llevó a cabo la adquisición, posiblemente la más valiosa de la historia de Google, encontramos la explicación.

Google compró Android y dedicó ingentes recursos para hacer que su uso fuese casi gratuito para los fabricantes de móviles y, así, impedir que Apple se hiciese en algún momento con una posición de casi monopolio sobre la búsqueda en dispositivos móviles. No se trataba tanto de ganar dinero con Android, sino de usarlo como escudo frente a Apple y proteger así su verdadero negocio.

Apple vende cacharros, no anuncios

Aunque al principio Apple montó su propia red de anuncios (iAd), resultó ser un fiasco, en parte por el servicio en sí, pero también porque iOS tenía una cuota de mercado ínfima. Es decir, Google tuvo éxito en su estrategia de escudarse detrás de Android y mantener la cuota de mercado de iOS en números bajos.

En ningún momento eso fue visto como una amenaza por parte de Apple, ya que su modelo de negocio es vender hardware, a menudo subsidiado por software a precios de ganga (ya sea el suyo o el de terceros que se publican en la App Store). No había, por lo tanto, conflicto de intereses; Google podía esconderse del otro lado del foso de Android, ya que a ese lado no había nada que le interesase a Apple.

Hasta hace poco.

Apple destruyó Facebook…

Las primeras señales de que algo estaba cambiando aparecieron en 2018, cuando Tim Cook hizo comentarios muy duros (y merecidos) sobre la participación de Facebook en el escándalo de Cambridge Analítica.

La cosa subió de tono en 2020, al revelar que las próximas versiones de iOS permitirían ver lo que casi ningún usuario sabía: que nos perseguían e identificaban innumerables aplicaciones con el fin de vender nuestros datos a los anunciantes. Si tirabas de ese hilo, al final siempre te encontrabas con los dos principales traficantes de datos: Google y Facebook.

Por primera vez, los usuarios de un dispositivo móvil podían decidir si daban o no su autorización a esa práctica que, hasta entonces, se hacía a nuestras espaldas. La respuesta de Facebook no se hizo esperar y publicaron anuncios a página completa en los principales periódicos de EEUU acusando a Apple de prácticas monopolísticas (que lo era) y de causar daño a los pequeños anunciantes (lo cual no es del todo falso). 

Sin embargo, el problema real para Zuckerberg es que esa sencilla alerta con dos opciones es un golpe casi mortal para su negocio:

App Store Ads

Según Flurry Analytics, hasta un 95% de los usuarios ha optado por denegar esa autorización a la App de Facebook, lo cual implica un golpe de muerte para el modelo actual de negocio de dicha empresa. Los inversores no se hicieron de rogar y las acciones de Facebook pasaron de casi 400 USD a mediados de 2021 a los escasos 160 USD actuales, con datos de agosto de 2022. Es cierto que Facebook podrá mantener cierta precisión en la identificación y persecución de los usuarios mediante machine learning (tienen datos históricos suficientes para ello), pero la época dorada de la “carrera de los datos (ajenos)” se ha acabado. Al menos para Facebook.

Yo mismo vendí en ese momento las acciones que tenía en Facebook y que mantenía por “realismo financiero”, pero que cada día me molestaba más tener. Al convertirse en caballo perdedor, hice lo mismo que muchos y me fui con la música a otra parte.

Y se convirtió en el Príncipe Azul de la privacidad

Desde el primer momento, Apple se vendió como paladín y defensor a ultranza de la privacidad de los usuarios y el “jardín vallado” de iOS sería nuestro último refugio seguro. Incluso alguien como yo, gallego y desconfiado por naturaleza, no le di mayor importancia. En el fondo, pensé: “Apple finalmente se ha dado cuenta de que Facebook y Google han encontrado la forma de ganar dinero con sus Apps de iOS sin pagar el impuesto revolucionario del 30%; capturo datos de los usuarios y los vendo al mejor postor”.

Apple no tiene otros intereses ocultos, al fin y al cabo, Apple vende cacharros y no anuncios. ¿Correcto?

Cuando se acaban las ideas, empiezan los anuncios

Una ley aparentemente universal, como la de Murphy o la de Peters, podría enunciarse de la siguiente forma:

Cuando se acaban las ideas en una empresa con una abundante comunidad, esta termina montando una red de anuncios.

Veamos un ejemplo de una empresa sumamente creativa y que ha sabido expandir su negocio: Amazon. De vender libros, pasó a vender todo tipo de artículos físicos, máquinas virtuales, servicios en la nube, libros en formato electrónico, libros en formato audio, películas y series, etc. Es decir, casi todo excepto anuncios.

Busquemos en Amazon

Ahora busquemos cualquier cosa en Amazon, por ejemplo  “Monitor 24 pulgadas”, y veamos los resultados:

amazon

¿Ves ese “Patrocinado” que aparece en varios (más de la mitad) de los resultados? Eso indica que no se trata de un producto, sino de un anuncio. Un porcentaje muy alto de los resultados de tus búsquedas en Amazon, no son productos que existan y estén disponibles, son anuncios.

Podríamos pensar que se trata de algo pequeño y no representativo dentro de Amazon. Hasta hace poco no teníamos cómo saberlo, ya que la empresa no daba datos de sus ingresos por anuncios.

Ahora ya lo sabemos: 31 mil millones de dólares en 2021 mediante anuncios.

¿Qué representa eso dentro de todas las divisiones de Amazon? Sorprendentemente, AWS solo factura 18.5 mil millones de dólares, es decir, no es descabellado pensar que los anuncios sean una de las divisiones más rentables de Amazon.

De una librería online, parece que Amazon va camino de convertirse no en el proveedor de toda la infraestructura de internet, sino ¡en una empresa de anuncios!

Suma y sigue

Netflix es una empresa que revolucionó la forma en la que consumimos TV, precisamente con una propuesta que exterminaba los anuncios de nuestras vidas. Recientemente anunció que, por primera vez en su historia, había perdido usuarios. ¿Qué decidieron hacer? Lo anunciaron recientemente: una suscripción más barata, apoyada en anuncios. Como el crecimiento se estancó en su negocio habitual, la salida no ha sido renovar dicho modelo de negocio, sino recurrir a lo más fácil: meterle anuncios a sus usuarios.

Otro caso es el de Uber, la empresa tremendamente innovadora que revolucionó un sector tan anquilosado y casposo como el del taxi. Tras un período largo de crecimiento, cuando se estancó, “innovó” con anuncios encima de los coches.

Otros ejemplos son Instagram y TikTok, que se han convertido en grandes escaparates para que los influencers anuncien servicios y productos de terceros.

Apple. Think Different?

Aparentemente, todos están yendo a por esa “carrera de los datos (ajenos)” con una honorable excepción: Apple. Apple sigue fiel a su modelo de negocio original, en el cual ha creado grandes innovaciones: el hardware. Incluso parece ser el gran paladín de la privacidad de los ciudadanos, haciendo lo que en el fondo deberían de hacer los gobiernos.

Los detractores de la empresa de Cupertino llevan años acusando a Apple de no ser ya capaz de innovar y de no lanzar ningún nuevo producto desde el Apple Watch. No es cierto, sin ruido ni grandes anuncios, Apple sí que ha lanzado un nuevo producto con inmenso potencial de crecimiento: Apple Store Ads (o App Store Ads).

Cuando buscas algo en la App Store, desgraciadamente ves algo muy parecido a lo que nos sale en Amazon:

App Store Ads

La red de anuncios de Apple se ha expandido enormemente desde 2020. Según Todd Teresi, VP of Advertising, sus planes son de pasar de unos ingresos de 4 mil millones de dólares en 2020 a cifras de dos dígitos en 2022. Curiosamente, desde que lanzaron el App Tracking Transparency, los ingresos de Facebook se hunden y los de App Store Ads se disparan. ¿Por qué?

Desde que se lanzó App Tracking Transparency, todos los terceros tienen prohibido compartir datos del usuario con otros terceros. Sin embargo, una misma empresa sí puede compartir datos entre sus apps.

Es decir, todos los que publican apps en la App Store tienen las manos atadas, excepto Apple. No es mala noticia para Apple, si solo en EEUU hay más de 100 millones de usuarios de iPhone y si iOS acaba de superar a Android en cuota de mercado en dicho país.

apple store ads

¿El fin de los anuncios intrusivos?

Lo que parecía el principio del fin del abuso masivo, generalizado e impune de nuestra privacidad para la mayor riqueza de Facebook y Google ha resultado no serlo. Lo que sí está ocurriendo es que hay un nuevo rey de dicha trata de datos: Tim Cook. El rey ha muerto, y viva el rey.

¿Qué he hecho con el dinero de las acciones de Facebook? Ya te lo puedes imaginar: apostar al nuevo caballo ganador.

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