En un post anterior, Fernando relataba las vicisitudes de encontrarme estancado profesionalmente, y la estrategia a la que aposté inspirado por las hazañas de Vasco Da Gama con la Orden de los Templarios.
La historia continúa:
Mi carrera inicial fue Ingeniería Química, la industria en España había muerto, aposté por la distribución de software y la crisis también atacó ese frente. En una situación de matar o morir, decidí lanzarme a internet, el Cabo de Buena Esperanza para las pequeñas empresas de finales del siglo XX.
Monté lo que los americanos llaman una Lifestyle company: a company that allows you to do the work you love, get paid for it, and integrate it into your personal life. — DAN SCHAWBEL(FORBES)
Es tal vez lo opuesto de una Startup. Se trata de un negocio, que dándote buenos ingresos, tiene por objetivo maximizar tu calidad de vida, en vez de hacerte archimillonario aunque cueste un infarto. Desarrollé un software para aquellos que buscan trabajo en los EEUU y lo vendí en internet (y también en tiendas en EEUU).
Esto me permitió vivir muy cómodamente, con una calidad de vida y horarios envidiables durante algo más de una década. Incluso hoy, que el producto está desfasado, distribuido gratis y totalmente abandonado, sigue dándome 1.500€ al mes de publicidad. Sin hacer nada, mientras escribo esto.
Expulsión del Paraíso (sin haber mordido una manzana… Todavía)
Todo lo bueno llega a un fin, y por motivos de problemas muy graves de salud en familiares muy próximos, tuve que dejar mi negocio totalmente abandonado durante casi dos años.
Una vez pasado el chaparrón, la situación era muy complicada:
- Mi negocio había muerto.
- Mis áreas de especialización eran: Visual Basic 6, C++, Delphi y COM. Ni idea de .NET, que era la novedad del momento o desarrollo web (que despuntaba).
- Estaba totalmente desfasado y anticuado.
- Más quemado que la ceniza de un puro y detestaba lo que hacía.
- Tenía 40 años.
- Y en medio a todo eso, vino “Panda” una actualización de Google que de la noche a la mañana, literalmente, hizo con el tráfico de mi web bajara en un 50%, y las pocas ventas que restaban, también.
¿Te resulta familiar?
De eso hace algo más de 4 años. Hoy soy considerado un experto a nivel internacional en una de las tecnologías más punteras y de moda, doy conferencias internacionales, monté una empresa de formación de éxito y respetada en el mercado, acabamos de abrir una filial en Berkeley, California, he impartido clases por medio mundo, soy de los pocos instructores de iOS Avanzado del Big Nerd Ranch y he dado clases incluso a los ingenieros de Facebook, en Menlo Park.
Factible, que no fácil
¿Cómo lo he logrado? Con trabajo y dedicación, cualquier persona puede convertirse en programador y cualquier desarrollador (jovenzuelo o dinosaurio) puede dar el salto a las grandes ligas.
El primer paso, nuestra Agogé para programadores: KeepCoding Startup Engineering MasterBootcamp, una formación intensiva para conquistar las herramientas que demandan las empresas y el criterio para aplicarlas en un producto de software moderno.
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