La importancia de la autorregulación en la RSC

| Última modificación: 25 de octubre de 2024 | Tiempo de Lectura: 2 minutos

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¿Sabes qué es la autorregulación en la RSC? Las prácticas de responsabilidad social corporativa están estrechamente ligadas a la autorregulación, dado que son las propias empresas las que determinan qué acciones tomar para perseguir los objetivos humanos y medioambientales que incorporan en su moral y su imagen de marca. Por eso, a continuación, profundizamos en la importancia de la autorregulación en la RSC.

¿Qué es la autorregulación?

El término autorregulación hace referencia al proceso que lleva a cabo un ser humano para controlar su propio comportamiento (emociones, pensamientos o conductas, por ejemplo) frente a ciertas situaciones. Es una competencia imprescindible para la adaptación, ya que es un modo de analizar lo que nos rodea para actuar de acuerdo a ello.

Asimismo, esta habilidad de controlar reacciones nos permite enfocarnos en las metas y los objetivos que perseguimos. A la capacidad de regular el propio comportamiento en respuesta a nuestro entorno con el objetivo de alcanzar las metas propuestas se le suele llamar autodirección.

autorregulación en la RSC


¿Qué es la autorregulación en la RSC?

La autorregulación (o, más bien, la autodirección) juega un papel muy importante en la responsabilidad social corporativa. Como bien hemos mencionado en otros artículos, la RSC consiste en que las empresas se comprometan a realizar buenas prácticas que favorezcan tanto a la sociedad como al planeta.

Si bien es cierto que a nivel legal existen leyes que, en cierta medida, protegen a los seres humanos y al medio ambiente, esto no es suficiente para generar un verdadero impacto positivo en el mundo.

Por lo tanto, la importancia de la autorregulación en la RSC recae en cómo las compañías analizan el entorno actual y qué medidas toman en respuesta. La responsabilidad social corporativa se basa en los objetivos que se propone cada empresa de acuerdo a una moral más inclusiva y respetuosa. Estas metas surgen de los problemas que ven a su alrededor, por lo que buscan formas de actuar en respuesta para mejorar la sociedad y crear un futuro mejor.

La autorregulación en la RSC, en definitiva, es un rasgo innato. El propio concepto de responsabilidad social corporativa y su deseo de poner remedio a problemas sociales implica que las compañías que implementan estas prácticas se someten a una autorregulación para obtener esos objetivos beneficiosos para el mundo.

marcela lópez
Marcela López

SEO Content Writer. Especialista en redacción sobre tecnología y educación.

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