La responsabilidad social corporativa y la creación de valor compartido son dos ideas que van de la mano hacia un destino conjunto: un futuro más atento con respecto a las necesidades de la sociedad, con más protección de los recursos naturales y un impacto social positivo.
La creación de valor compartido (CVC)
A grandes rasgos, al hablar de la creación de valor compartido nos referimos a la combinación de dos objetivos clave en cualquier empresa actual: por un lado, abordar los problemas del mundo, y por otro, desarrollar un modelo de negocio viable. Con esta breve definición ya se puede ver que la idea del valor compartido se encuentra estrechamente ligada a la RSC, que consiste en llevar a cabo buenas prácticas que apoyen a la sociedad y al medioambiente.
La creación de valor compartido es un punto decisivo en una buena implementación de la responsabilidad social corporativa, ya que, al fin y al cabo, vivimos en un mundo capitalista y las empresas no pueden sostenerse sin beneficios. Por lo tanto, la CVC consiste en buscar el equilibrio perfecto entre ser socialmente responsables y crear un modelo de negocio eficiente.
¿Cómo es una empresa enfocada en la creación de valor compartido?
Es posible ser una empresa eficaz y estar orientada a un propósito al mismo tiempo. Para lograrlo, hay que tener muy en cuenta dos elementos: el sentido de su misión y ser una empresa high road o de alto compromiso.
Respecto al primer punto, es indispensable que tanto la organización como sus trabajadores y sus consumidores tengan claro cuál es el objetivo social que persigue. ¿Cuál es el cambio que quiere marcar en el mundo? ¿Qué está haciendo para conseguirlo?
Las empresas con un propósito enfocadas en la creación de valor compartido no tienen como objetivo primordial el ganar dinero, sino mejorar la vida de sus clientes o poner remedio a los grandes problemas sociales y medioambientales de la actualidad. Sea cual sea su misión principal, este tipo de compañías deben priorizar dicho objetivo frente a la maximización de beneficios para los accionistas a corto plazo.
Asimismo, entendemos por empresas high road al tipo de negocios en los que valoran a sus trabajadores, los que implementan una política de empresa respetuosa y empática y ofrecen condiciones laborales favorables para los empleados. Este tipo de firmas, a menudo, se relacionan con la implementación de medidas que forman parte de la responsabilidad social corporativa.
Desde el punto de vista de los consumidores, las empresas con un propósito son mucho más cercanas, ya que representan negocios que se preocupan por la sociedad que los rodea, de la que los clientes forman parte. Las firmas deben convencer a sus usuarios de que su objetivo principal es causar un impacto positivo y significativo en el mundo, no solo en su cuenta de resultados.
¿Cuál es la clave del valor compartido?
Existe una clave indispensable que le da sentido a la creación de valor compartido: perseguir un objetivo común.
Si hablamos a nivel interno, los trabajadores de una empresa realizarán sus labores de forma mucho más efectiva si comparten el mismo objetivo. Alinear las metas de los empleados con las de la propia organización no solo le da a los trabajadores un sentido de identidad, sino que también potencia la creatividad y la motivación. Esto se debe a que sienten que su trabajo tiene valor.
Motivaciones intrínsecas y extrínsecas
Para entender mejor qué es la creación de valor compartido, es importante marcar la diferencia entre las motivaciones intrínsecas y las motivaciones extrínsecas.
- Por un lado, las motivaciones extrínsecas hacen referencia a las que vienen de fuera de uno mismo, como pueden ser los beneficios económicos, el poder o el estatus.
- Por el otro, tenemos las motivaciones intrínsecas, que están más ligadas a la satisfacción personal. Perseguir unos valores, reforzar la identidad, sentirse valorado… Estos son solo algunos de los elementos motivadores que forman parte de este concepto.
La creación del valor compartido está en el segundo grupo. Aunque las motivaciones extrínsecas son fuertes, las intrínsecas son mucho más poderosas. Es indispensable darle sentido al trabajo de cada individuo, así como remarcar la importancia que tiene cada persona en el funcionamiento de la empresa y cómo su papel ayuda a lograr el objetivo común para realizar cambios significativos en el planeta y la sociedad.
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