En la primera parte del artículo, descubrimos 2 lecciones que todos los profesionales del Marketing pueden aprender de la Historia del Arte.
Conozcamos las dos últimas.
¿Qué encontrarás en este post?
ToggleRomper viejos conceptos
La publicación de revistas en torno a la ciencia ficción y las denominadas novelas pulp empezó alrededor de los años 20, en Estados Unidos. Poco a poco, el género fue ganando popularidad, en concreto por su peculiar estilo gráfico que estaba marcado por los colores saturados, animales terroríficos, superhéroes con mallas o trajes espaciales y, por supuesto, villanos con forma alienígena. Dos décadas después, fueron los libros sci-fi de bolsillo los que invadieron las librerías del país, un formato que lanzó Robert de Graaf, en 1939, con su editorial Pocket Books. El éxito fue inmenso, alcanzando las 2,5 millones de copias vendidas. Estas serán las dos tendencias que inspirarán, en los años que siguieron , algunas de las portadas más icónicas de la editorial Penguin. Combinando los elementos gráficos de las novelas pulp y el pequeño formato introducido por Graaf, logró romper con su anterior estilo visual, marcado por una maquetación minimalista en blanco y naranja. La iniciativa hará que Penguin consolide su marca y amplíe su nicho de mercado. Posteriormente, en los años 60, son las obras de artistas dadaístas y surrealistas como Max Ernst, Yves Tanguy, Magritte y Miró las que inspirarán el diseño de sus nuevas portadas. Años después, Penguin volvió a darle una vuelta a su estilo visual. Esta vez fue de la mano de figuras como Alan Aldrige, responsable de marketing e ilustrador, creando portadas con imágenes psicodélicas, de colores monocromáticos y textura caleidoscópica. Esta tendencia terminaría por contagiar a otras editoriales como Ballantine Books. Actualmente, a pesar de haber dejado atrás el estilo de las novelas pulp, los colores saturados y la tipografía de gran tamaño, Penguin sigue rompiendo los estereotipos del género. Tanto es así que, en 2020, lanzaba una nueva tirada de clásicos de ciencia ficción con un estilo minimalista, inspiradas esta vez por obras de Picasso, Le Corbusier and Herbert Bayer. Tanto romper viejas tradiciones como la búsqueda constante en la evolución de la imagen de marca, deben formar parte del ADN de los profesionales del Marketing. Aunque a veces se pasa por alto, prefiriendo ir a lo seguro, la innovación y el riesgo van de la mano y han demostrado, con creces, que pueden crear marcas para la historia. Sin lugar a duda, Penguin se ha diferenciado de su competencia consolidándose, desde el principio, como una marca rompedora e icónica, dejando a su paso portadas atemporales convertidas en pequeñas obras de arte.Apelar a las emociones
Mad Men es una de las mejores series de televisión de la historia. La ficción se desarrolla a mediados de los 60 y la protagoniza Don Draper, director creativo de una agencia de publicidad en Nueva York. En una de las ya icónicas escenas de la serie, Draper presenta una idea para la campaña del “carrusel” de fotos de Kodak. El personaje se enfrenta a unos clientes escépticos y reticentes al cambio. No obstante, Draper logra convencer a los ejecutivos, apelando a la nostalgia y a los sentimientos. Además de ser uno de los mejores pitch de la ficción televisiva, la escena es una prueba clara del poder que tiene el hacer uso de los sentimientos y los sesgos cognitivos a la hora de vender un producto, siendo el mejor ejemplo para los profesionales del marketing que buscan poner en práctica el marketing emocional.“Este aparato no es una nave espacial, es una máquina del tiempo. Nos lleva a un lugar al que nos duele ir de nuevo”. Don DraperEl marketing emocional es el conjunto de técnicas de marketing y publicidad que utiliza principalmente la emoción para hacer que los usuarios se fijen, recuerden, compartan y compren. Este método suele aprovechar una emoción concreta como la felicidad, la tristeza, la ira o el miedo, para provocar una respuesta en el consumidor. De acuerdo con un artículo de Sheerid.com, nuestra “mente emocional” lidera la decisión de compra. El impacto emocional de un anuncio en un consumidor es 2 a 3 veces mayor que el del propio contenido publicitario. Otro estudio descubrió que las campañas con contenido puramente emocional superan a las de contenido racional en una proporción del 2:1 (31% frente a 16%). Bien sea apelando a estados de ánimo como la nostalgia, usando una asociación de colores específicos o enfatizando en historias de superación y éxito, estas son unas de las tantas estrategias que se pueden usar a la hora de convertir tu marca en un jugador relevante en tu industria. ¿Quieres seguir conociendo más acerca del Branding, Marketing Digital y al mismo tiempo darle un giro a tu carrera? Descubre nuestro Marketing Digital y Análisis de Datos Bootcamp.