En un mundo saturado de información y pantallas como el nuestro, trabajar el diseño web de tu aplicación o página es fundamental para competir. Y no solo se trata de apariencia. Esta disciplina engloba todos los elementos que forman parte de una interfaz y con los que el usuario interactúa.
De esta manera, el diseño web tiene que ver con la arquitectura, usabilidad y accesibilidad de un producto digital. Puede ser una página, una aplicación o el sistema operativo de un dispositivo. El único requisito para hablar de ello es la existencia de una pantalla y la interacción necesaria de un usuario.
Diseño web, ¿UX o UI?
Cuando hablamos de diseño web, es habitual hablar de UX (experiencia de usuario) o UI (interfaz de usuario). De hecho, a menudo se confunden ambos términos. Si es cierto los dos conceptos forman parte de la disciplina que nos ocupa, no denotan el mismo concepto.
Como define en su blog Adobe, la empresa líder en herramientas de diseño y edición audiovisual, “UI es un entorno donde ocurre una interacción entre humanos y máquinas”. Es decir, para diseñar la parte UI de un proyecto, hay que tener en cuenta las posibilidades tecnológicas y de desarrollo de los dispositivos a los que va dirigido el producto y el grado de accesibilidad que vamos a necesitar, para que el usuario pueda interactuar de manera natural y sencilla con la interfaz.
Paralelamente, la meta del diseño web del área UX es optimizar la percepción que tiene este usuario del producto. “El primer requisito para una experiencia de usuario ejemplar es cumplir las necesidades exactas del usuario, sin problemas ni molestias. Luego viene la simplicidad y elegancia, que resultan en productos que es un placer poseer, un placer de usar”, abogan Don Norman, el primero en acuñar el término, y Jakob Nielsen, referentes del sector.
Los 6 factores clave para el diseño web de una página
Entendidos ambos pilares del diseño web, es el momento de desglosar las claves para optimizar la experiencia de tu aplicación o página. Conviene destacar que el objetivo final es que tu producto sea útil, accesible y aporte un valor añadido al usuario.
1. Análisis del producto.
Aunque pueda parecer obvio a priori, para un buen diseño web es fundamental tener clara tu intención antes de todo. Para ello, hay que definir el objetivo del sitio web o de la aplicación, analizar la competencia y definir la imagen de marca que se quiere dar.
Para ello, puedes empezar respondiendo a preguntas como ¿qué ofrece tu app o página web?, ¿cuál es tu misión/visión?, ¿ya existen proyectos similares?, ¿cómo lo hace tu competencia?, ¿qué beneficio de marca se busca?…
2. Estudio del usuario objetivo
Definido el papel de tu producto, es hora de indagar sobre tu público objetivo. Aquí es importante reflexionar sobre el perfil de usuario al que quieres llegar y empatizar con él. Detecta sus necesidades, cómo va a usar tu interfaz y cómo le puedes satisfacer.
3. Objetivos del diseño web
Una vez que tienes claro lo que vas a ofrecer y a quién va dirigido, es el momento de plantear las estrategias y las metas que quieres lograr con tu plan de diseño web. Para llevar a cabo esta acción, hay que evaluar desde qué punto se parte y a dónde se quiere llegar, es decir, si se trata de la mejora de una interfaz ya existente o la creación de una desde cero, si lo que se pretende es actualizar la imagen de marca, si se trata de la introducción de una novedad, etc.
4. Arquitectura de la información y estrategia de contenidos
Otro punto primordial es la organización de la información que se quiere insertar en el diseño web. En este caso, hay que considerar para su organización tanto las posibilidades técnicas de la interfaz y la navegación (tener en cuenta el posicionamiento) como la coherencia y cohesión visual, pasando por las necesidades del contenido.
5. Diseño de la interacción.
Este aspecto del diseño web engloba las acciones que realiza el cliente y que le permiten avanzar en una aplicación o página. La interacción tiene mucho que ver con el punto anterior, porque el usuario responde a los diferentes elementos del contenido.
Asimismo, también hay que tener en cuenta las posibilidades del desarrollo y las funcionalidades físicas determinantes de las interfaces. Por ejemplo, para una app móvil, hay que considerar para el diseño web de la interacción el alcance que tiene el dedo del usuario cuando hace uso del dispositivo.
6. Diseño visual
Por último, otro de los factores clave a la hora de diseñar tu proyecto digital es la parte puramente estética. Es evidente que esta parte es bastante subjetiva, pero hay condiciones que hay que cumplir.
En primer lugar, las decisiones estéticas del diseño web tienen que ser acordes a tu imagen de marca: la paleta de colores que la representa, la tipografía, el estilo, el tono… A su vez, es importante que en cada página haya una jerarquía de contenidos y una coherencia entre ellos. En cuanto a recursos visuales, como imágenes y vídeos, recomendamos buscar un equilibrio entre texto y elementos audiovisuales y que guarden coherencia con el todo.
En definitiva, optimizar el diseño visual de una aplicación o página abarca todos los elementos que hacen que una interfaz funcione acorde a las metas del producto y las necesidades del usuario.
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