Cualquier desarrollo web tiene como base dos lenguajes: HTML y CSS. Por una parte, HTML sirve para estructurar todo el contenido de una página web, mientras que CSS es un complemento que ayuda a darle estilo para mejorar la experiencia de usuario. En este post, conocerás a fondo qué es CSS en HTML y su funcionamiento.
¿Qué es CSS y cómo funciona?
CSS significa hojas de estilo en cascada (Cascade Style Sheets). Las hojas de estilo son un recurso que existe desde que se usaba el antecesor de HTML: SGLM, un lenguaje para crear documentos electrónicos que nació a principios de los años 70.
Con el auge de internet, HTML y la diversificación de navegadores, se necesitó estandarizar los comandos y del esfuerzo de la World Wide Web Consortium (W3C) surgió el lenguaje CSS actual.
Por lo tanto, podemos definir qué es CSS como un mecanismo complementario del lenguaje HTML, que permite indicarle al navegador el estilo que debe darle a los distintos elementos al desplegar la información de un sitio web.
El funcionamiento de CSS es muy simple. Los navegadores web, al aplicarle las reglas CSS a un documento, modifican la manera en la que este se nos presenta. Estas reglas se componen de dos elementos clave:
- El primero es un conjunto de propiedades con valores establecidos para actualizar la presentación del contenido HTML.
- El segundo elemento son los selectores. Estos nos ayudan a seleccionar los elementos afectados por el nuevo valor de la propiedad. De esta manera, evitamos que el CSS afecte a todos los elementos del HTML y solo aquellos que queramos.
Por ejemplo, a los elementos contenidos en el primer párrafo de nuestro documento o seleccionar de manera alterna las filas de una tabla.
¿Para qué sirven los estilos CSS?
Para entender mejor qué es CSS hay que profundizar en el uso de estilos. Los estilos CSS son algo que puedes agregar de manera individual a cada elemento de tu plantilla HTML, pero esto suele resultar poco práctico. Cuando enlazas una página HTML a una hoja de estilos CSS, esta tiene una serie de comandos que modifican todos los elementos que concuerden con determinado criterio.
Dicho de otra manera, es más sencillo y rápido enlazar tu documento HTML a un archivo CSS para que el navegador entienda que debe desplegar todos los “Títulos H2” en azul, en lugar de integrar un comando de estilo independiente para cada H2 que incluyas en tus páginas.
Asimismo, otra de las ventajas que presenta CSS es que te permite usar una misma plantilla para darle formato a varios sitios web, y si necesitas hacer cambios, puedes hacerlo simplemente modificando el elemento en la plantilla y actualizando los sitios vinculados.
Las hojas de estilo en cascada no se limitan a darle formato a un texto. Si unimos su uso con JavaScript, sus aplicaciones en un sitio web se incrementan de forma considerable. Por ejemplo, sirve para ordenarle al navegador que cambie el color de un hipervínculo para que el usuario sepa que ya lo ha visitado, para diseñar menús y listas desplegables o crear elementos interactivos.
Con un breve recorrido hemos expuesto qué es CSS, cómo funciona y los usos que tienen sus distintos estilos. Ahora, es el momento de empezar en el mundo de CSS.
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