5 porqués: ¿qué es y cómo aplicar esta metodología?

| Última modificación: 11 de febrero de 2025 | Tiempo de Lectura: 4 minutos

¿Te has topado con situaciones en las que no consigues dar con la verdadera causa de un problema? En el mundo empresarial y de la mejora continua, existe un método sencillo y poderoso que te ayuda a profundizar hasta el núcleo de cualquier complicación: la metodología de los 5 porqués. A continuación, descubrirás cómo funciona este sistema y por qué es tan efectivo para encontrar la raíz de los conflictos y tomar acciones que realmente marquen la diferencia.

¿Qué es la metodología 5 porqués?

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La metodología de los 5 porqués (o metodología 5 porqués, como también se le llama) es un método que consiste en preguntar repetidamente “¿por qué?” con el fin de llegar a la causa original de un problema. Aunque el número cinco suele ser una referencia estándar, en realidad puedes necesitar menos o más preguntas para encontrar esa causa raíz.

Este enfoque ganó popularidad en Japón durante las primeras etapas del sistema de producción de Toyota y más tarde se extendió a varias industrias. Hoy en día, la metodología de los 5 porqués se considera un pilar fundamental dentro de prácticas de mejora continua, como Lean Manufacturing y Six Sigma. ¿Por qué es tan famosa? Porque es directa, fácil de aplicar y muy efectiva para evitar soluciones superficiales que, a la larga, no terminan de eliminar el problema.

metodología 5 porqués

¿Para qué sirve esta metodología?

La metodología 5 porqués sirve, principalmente, para descubrir y abordar las causas profundas de un conflicto. A diferencia de otras aproximaciones que se quedan en la superficie, la esencia de estos 5 porqués es no conformarse con la respuesta inmediata, sino profundizar en cada respuesta hasta encontrar ese detonante que provoca la situación.

  • Evita parches superficiales: Con demasiada frecuencia, las empresas implementan soluciones que solo alivian temporalmente los síntomas. Gracias a la metodología de los 5 porqués, profundizas lo suficiente como para encontrar el verdadero foco del problema y atacarlo de raíz.
  • Fomenta la colaboración y el análisis crítico: Cuando preguntas “¿por qué?” varias veces, inevitablemente involucras a más personas o departamentos que pueden tener información clave. Esto promueve el debate y la participación de diferentes áreas y puntos de vista.
  • Ahorra tiempo y recursos Al centrarte en la causa subyacente y no en los síntomas, optimizas la asignación de esfuerzo y capital. Así, evitas dedicar recursos a repetidas soluciones improvisadas.

¿Cómo aplicar los 5 porqués?: guía paso a paso

La esencia del método consiste en lanzar preguntas que cuestionen la explicación previa hasta que realmente no quede duda de la causa. Aquí tienes un proceso sencillo para comenzar con tus 5 porqués:

  1. Identifica el problema principal: Lo primero es saber exactamente qué quieres solucionar. Pregúntate: “¿Cuál es la situación que deseamos resolver?” Por ejemplo, un retraso en la entrega de productos al cliente o un fallo recurrente en una aplicación de software.
  2. Lanza el primer porqué: Empieza indagando: “¿Por qué está ocurriendo este problema?”. En este punto, aparecerá una respuesta inicial que a menudo se queda en la superficie. Aunque esa primera respuesta no sea la raíz definitiva, te dará una pista importante para seguir profundizando.
  3. Explora la respuesta con más porqués: Cada vez que recibas una respuesta, vuelve a cuestionar con un nuevo “¿por qué?”. Así, descubres las conexiones entre una causa y la siguiente. Este proceso debe continuar hasta que tengas claro el origen real del problema.
    • 1er porqué: ¿Por qué se rompió el equipo?
    • 2do porqué: ¿Por qué el equipo no recibió el mantenimiento adecuado?
    • 3er porqué: ¿Por qué no está en el plan de revisiones?
    • 4to porqué: ¿Por qué no se ha asignado personal responsable de esas revisiones?
    • 5to porqué: ¿Por qué no existe un protocolo de supervisión para el mantenimiento?
  4. Enfócate en los datos y no en la culpa: Un consejo vital al usar los 5 porqués es evitar señalar culpables. El objetivo no es descubrir “quién” cometió un error, sino más bien encontrar “qué” generó el problema. Mantén el enfoque en los procesos y la cultura de la organización, no en el individuo.
  5. Diseña soluciones a la causa raíz: Tras terminar tus 5 porqués, tendrás un escenario mucho más claro. Quizá descubras que lo que de verdad falla es la falta de una política formal de mantenimiento o la ausencia de un sistema de seguimiento. En ese caso, las acciones correctivas deben ir dirigidas a prevenir ese fallo desde la raíz, no solo a reemplazar un equipo dañado.

¿Cuándo usar los 5 porques?

  • Cuando enfrentas un problema recurrente: Si una situación se repite y no terminas de entender por qué, es momento de cuestionar múltiples veces las razones.
  • Cuando necesitas diagnosticar rápido: Tal vez no cuentes con tiempo ni recursos para métodos más exhaustivos. Los 5 porqués te brindan agilidad.
  • Para cimentar hábitos de mejora continua: Involucrar a tu equipo en este tipo de análisis crea una cultura de prevención y aprendizaje permanente.

Ejemplo de aplicación

Imagina que en tu departamento de TI se producen incidencias constantes en un servidor:

  1. ¿Por qué hay fallos en el servidor?
    • Porque tiene sobrecarga de procesos.
  2. ¿Por qué se sobrecarga el servidor?
    • Porque no se está monitorizando su rendimiento de manera frecuente.
  3. ¿Por qué no se monitoriza con frecuencia?
    • Porque no tenemos un software de monitoreo activo.
  4. ¿Por qué no hemos adquirido ese software?
    • Porque no existe una partida presupuestaria asignada a monitorizar servidores.
  5. ¿Por qué no hay presupuesto para ello?
    • Porque la planificación anual no contempla partidas específicas para mantenimiento continuo de TI.

La verdadera raíz, en este caso, no es el servidor en sí, sino la falta de previsión económica y el desconocimiento del impacto que puede tener un correcto monitoreo. Así, la solución no será solo “reiniciar el servidor” o “mejorar el hardware,” sino asegurar que haya recursos para implementar y mantener un sistema de vigilancia adecuado.

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