Qué es un esquema actancial: Guía práctica y efectiva

Sucede en miles de ocasiones que, cada que intentamos desarrollar una historia nos quedamos atascados porque no sabemos cómo mantener la tensión o darle sentido a las acciones de los personajes. Afortunadamente, el esquema actancial ha llegado para ayudarnos a crear historias más sólidas y coherentes. Quédate porque en esta guía práctica te enseñaré qué es un esquema actancial y cómo se hace.

¿Qué es un esquema actancial?

El esquema actancial es una herramienta narrativa creada por el lingüista Algirdas Greimas que te ayuda a entender mejor cómo funcionan los personajes en una historia. En lugar de verlos solo como personas con emociones y pensamientos, este esquema los muestra como fuerzas que impulsan la trama. Estas fuerzas, o actantes, pueden ser personajes, sentimientos o incluso ideas abstractas que influyen en el conflicto de la historia.

Por ejemplo, en la clásica historia de «Caperucita Roja», el lobo no es solo un villano, también representa la astucia y el engaño. Con el esquema actancial, puedes identificar estas fuerzas ocultas que le dan vida a la trama y mantienen la tensión a lo largo del relato.

¿Cómo se hace un esquema actancial?

Debes saber que, cuando vas a construir un esquema actancial, primero debes identificar los elementos clave de tu historia: el protagonista, su objetivo y el conflicto que enfrenta. Después de eso, organizas estos elementos en el esquema. Estos son los actantes que componen el esquema:

1. Destinador: Es quien impulsa al sujeto (protagonista) a buscar su objetivo. Esta fuerza suele ser lo que desencadena la historia. Por ejemplo, en «Caperucita Roja», el destinador es la desobediencia de Caperucita a su madre, lo que la lleva a encontrarse con el lobo.
2. Sujeto: Es el protagonista, aquel que busca alcanzar un objetivo o cumplir una misión. En nuestro ejemplo, Caperucita Roja es el sujeto, cuyo objetivo es llevar la canasta a su abuelita.
3. Objetivo (u objeto): Hace referencia a lo que el sujeto desea alcanzar. El objetivo puede ser algo tangible, como un tesoro, o algo emocional, como el amor. En el caso de Caperucita, su objetivo es llegar a casa de su abuela y entregarle la canasta.
4. Destinatario: Es quien se beneficia si el sujeto logra alcanzar su objetivo. En «Caperucita Roja», la abuelita sería el destinatario.
5. Ayudante: Se encarga de facilitar o apoyar al sujeto en su misión. Puede ser un personaje o incluso una fuerza interna. Por ejemplo, en algunas versiones de «Caperucita Roja», el leñador cumple el rol de ayudante al salvar a Caperucita del lobo.
6. Oponente: Es el antagonista, la fuerza que busca impedir que el sujeto alcance su objetivo. En «Caperucita Roja», el lobo es el oponente claro que intenta frustrar el objetivo de la protagonista.
7. Cómplice: Tiene que ayudar al antagonista. Este actante no tiene que ser un personaje, puede ser una emoción, una circunstancia o una fuerza externa. En este caso, la astucia del lobo actúa como cómplice, ya que le permite engañar a Caperucita.

La importancia del esquema actancial en el storytelling

Como pudiste darte cuenta, con el esquema actancial no solo podrás contar historias, sino que también te servirá para ofrecer una nueva perspectiva sobre los personajes. Ahora los personajes son fuerzas que empujan y tiran en diferentes direcciones para que así logres crear conflictos más enriquecedores y complejos y, por ende, mantener a tu audiencia totalmente enganchada.

Si, por ejemplo, te dedicas a la escritura de guiones, novelas u otro tipo de storytelling, este esquema te resultará muy útil para comprender las relaciones entre los personajes y sus roles en la historia. Además, tus relatos quedarán más coherentes y mejor estructurados.

¿Por qué es útil en marketing?

Lo grandioso del esquema actancial es que te puede servir perfectamente en el marketing digital, pues puedes aplicar sus principios de la siguiente manera:

• Imagina que en lugar de personajes, tienes consumidores que son los protagonistas de tu «historia de compra».
• Estos consumidores tienen un objetivo claro: comprar un producto o servicio.
• En su camino se enfrentan a barreras: Falta de confianza en una marca, la complejidad de los procesos de compra o incluso la competencia.

Ahora, si aplicas el esquema actancial en tu estrategia de marketing, podrás:

• Identificar tanto a los «ayudantes» (como un buen servicio al cliente, contenido útil o descuentos) que facilitan que el consumidor logre su objetivo.
• Identificar a los «oponentes» que dificultan el proceso.

Así lograrás crear estrategias más personalizadas, porque estarás un paso adelante de los obstáculos y brindarás soluciones que hagan el «viaje» del consumidor más sencillo y satisfactorio. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también aumenta las posibilidades de conversión.

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