De músico profesional a desarrollador web [Caso de Éxito]

Autor: | Última modificación: 26 de mayo de 2023 | Tiempo de Lectura: 6 minutos

Algunos de nuestros reconocimientos:

Premios KeepCoding

Este es el caso de éxito de Joel Sempere Cobos que, aunque es de Benidorm, vive desde 2004 en la provincia de Barcelona. Este alumno del Desarrollo Web Full Stack Bootcamp transformó su perfil, en solo un año, de músico profesional a desarrollador web. Quería un cambio de vida y, durante la pandemia, a los 36 años, empezó a programar, lo que supuso un antes y un después en su carrera. Ahora combina sus dos pasiones: la música y la programación.

Para conocer la historia de Joel, no te pierdas esta entrevista.

Háblanos un poco sobre tu experiencia laboral

He sido músico toda mi vida. Vivía exclusivamente de actuaciones en vivo con diferentes grupos, tanto de temas propios (Animal, Just4Fun, First Take…) como de versiones (Music Has No Limits, Dr. Funkenstein…), grabaciones de estudio para todo tipo de grupos y artistas (como Antonio Orozco), televisión (Bailando con las Estrellas, Operación Triunfo…), etc.

Siempre he sentido un fuerte interés por la tecnología, pero nunca me había planteado siquiera la posibilidad de programar, porque me parecía algo para lo que era necesario hacer una carrera. La pandemia me dejó sin trabajo y con mucho tiempo libre; ahí empecé a descubrir contenido gratuito online, con el que comencé a ver mis primeros resultados, y me enganché.

¿Por qué decidiste reciclar tu perfil y pasar de músico profesional a desarrollador web?

Tras la pandemia, cuando pude volver a trabajar como músico, me di cuenta de lo físicamente agotador que era. Hasta ese momento no lo había notado por la costumbre, pero el parón me permitió ver que era físicamente inviable mantener ese ritmo de vida muchos años más. Imaginarme con 60 años, pasando noches sin dormir y enlazando carretera y actuaciones, fue lo que me hizo asumir que el cambio era inevitable y que era solo una cuestión de tiempo.

Prácticamente todos los músicos que conozco buscan su estabilidad económica en la enseñanza, pero a mí no es algo que me apasione especialmente, y si algo he tenido siempre claro es que la pedagogía no puede ser un trabajo «por resignación». Pocas cosas hay más dañinas que un profesor sin pasión por la enseñanza.

Por eso, cuando me planteé ese cambio profesional, busqué algo que me apasionara tanto como la música: la programación.

También me ayudó la insistencia de un par de colegas del sector, que me veían potencial. Me quitaron de la cabeza eso de que se necesita una carrera y me hablaron de los bootcamps.

¿Qué te llevó a escoger el Bootcamp Web de KeepCoding?

Las becas Universia y la posibilidad de ver las clases en diferido. Tras la pandemia, mi economía estaba devastada y no podía ni plantearme pagar un bootcamp. Pero Google y Facebook hicieron su magia y empezaron a recomendarme bootcamps con becas del tipo «no pagues hasta que encuentres trabajo».

Hablé con varios bootcamps antes que con KeepCoding, pero en todos me encontré con la traba de que las clases eran telepresenciales y de tarde-noche, un horario que a mí me iba muy mal. En KeepCoding, afortunadamente, las clases se graban y yo podía verlas al día siguiente por la mañana (o más adelante si tenía unos días movidos). Además, entre las diferentes becas que estuve viendo, las condiciones de la de Universia me parecieron también las mejores.

¿Qué tal fue tu experiencia en el bootcamp?

Para mí, el inicio fue lo más difícil. Primero, porque partía prácticamente de cero, así que todo era nuevo y había mucha información que procesar.

También influyó que el bootcamp empezó justo al inicio del primer verano (temporada alta de trabajo para un músico) sin restricciones pospandemia, que fue, obviamente, un verano con muchísimo trabajo. Eso hizo que fuese más difícil encontrar unas rutinas y horarios más o menos fijos para dedicarme al curso; los primeros 4 módulos prácticamente me los tuve que ver del tirón y hacer las prácticas a contrarreloj.

Hubo incluso un módulo que me pilló de gira en Brasil y sin apenas momentos con wifi. Tuve que verme las 24 horas de clases a velocidad x2 cuando ya había empezado el siguiente módulo para ponerme al día. Se me frieron bastantes neuronas ahí…

Luego, en otoño e invierno, ya pude seguirlo mejor.

¿Dirías que ese fue tu mayor reto?

En general, todas las prácticas supusieron retos y el fin de semana de la entrega terminaba completamente exhausto, pero también muy satisfecho al ver que la cosa acababa funcionando.

¿Crees que el bootcamp te ha proporcionado un cambio relevante en tu vida laboral?

¡Sin ninguna duda! Hace un año no sabía nada de programación y, ahora, solo un mes después de acabar el Bootcamp, estoy trabajando de ello y cobrando más de lo que he cobrado en mis mejores años como músico. Encima esto es, en principio, lo menos que voy a cobrar dentro del sector, ya que es mi primer trabajo y sin experiencia. 

Como músico, nunca he tenido un salario ni un contrato fijo o un horario estable. Todo lo que estoy viviendo ahora es totalmente nuevo y desconocido para mí ¡y me está encantando! 

Además, los horarios de mi trabajo como programador no chocan con los de mi trabajo como músico, así que puedo compaginarlos. Ahora mismo tengo lo mejor de cada mundo sin renunciar a nada. Bueno, sí, a descansar, supongo… pero ¡ya tendré tiempo para eso!

¿Qué gran objetivo quieres conseguir ahora?

Ahora mismo mi gran objetivo es aprender todo lo que pueda en mi nuevo trabajo (nuevo lenguaje de programación, framework, etc.) para llegar a sentir que soy independiente y digno de estar allí. El síndrome del impostor, aunque ya va bajando, sigue presente… Todo ha ido demasiado deprisa y siento que el tren tira de mí en lugar de ir montado en él. Supongo que ese es mi gran objetivo: lograr verme a mí mismo como un (buen) programador.

¿Notas una mejora sustancial de sueldos si comparas lo que cobras ahora y lo que cobrabas antes de dedicarte a la programación?

Sí, aunque no de manera tan directa. Actualmente, la mejora de salario bruto no es tan sustancial si hablamos de mi trabajo como programador. Cobro más al año, pero no tanto más. Sí hay una diferencia abismal con respecto a mi situación anterior en la estabilidad: saber lo que voy a cobrar dentro de 4 meses y que (si no me echan) voy a tener unos ingresos constantes todo el año, en lugar de cobrarlo todo de golpe en verano/otoño y tener que administrarme hasta el verano siguiente.

Además, están las condiciones y los beneficios que implican los contratos (acceder a préstamos, alquileres, hipotecas, etc.) y las ventajas que ofrece mi empresa en particular a sus empleados. Y, por supuesto, la previsión de ascenso que hay en este sector.

Si a eso le añadimos que, como he dicho antes, puedo seguir trabajando de músico, la cosa sí se vuelve mucho más notable, porque mi nuevo salario no sustituye al anterior, sino que se suma, y eso sí va a marcar una gran diferencia.

Y con independencia del sueldo, ¿crees que ahora tienes muchas más oportunidades laborales que antes?

Es difícil comparar, porque los sectores de la música y la programación funcionan de manera muy diferente. Como músico, he tenido la suerte de que nunca me ha faltado el trabajo. Pero sí, en el sector de la programación las ofertas de trabajo se cuentan por miles.

Supongo que lo más difícil es conseguir el primer trabajo sin experiencia previa. Una vez consigues esa primera experiencia, por lo que he visto en mi entorno, nadie se queda sin trabajo más de unas semanas antes de encontrar otro, generalmente incluso mejor pagado que el anterior.

Déjanos un consejo para quien se esté planteando entrar en este mundillo

Mi experiencia en este mundillo es que no hay un itinerario que vaya de fácil a difícil; es más un camino de ida y vuelta: empieces por donde empieces vas a sentir que no entiendes nada y que te desborda, pero hay que confiar y seguir adelante. Aunque no lo hayas pillado todo, sigue avanzando; más adelante encontrarás la pieza que te faltaba para entender aquello que no comprendiste al inicio. Si vas parando para intentar entenderlo todo desde el principio, no avanzarás, no verás resultados y posiblemente te desmotivarás.

Mi consejo es que empieces directamente por aquello que más te guste. Si quieres hacer videojuegos, empieza por ahí. Si quieres hacer web, lo mismo. Si quieres hacer inteligencia artificial, a por ello. No pienses que para hacer IA, por ejemplo, primero tienes que empezar por algo más sencillo, porque en todos los itinerarios sentirás que la cosa te viene un poco grande. Al final, acaba funcionando, con la ayuda de los profes, los compañeros, internet…

Y si esto te gusta, ¡lánzate a por ello! No es tan difícil y el año que viene puedes estar escribiendo tú unas líneas como estas.

Para conocer aún mejor la historia y el trabajo de Joel Sempere, puedes visitar su perfil de LinkedIn o de GitHub.

Si tú también quieres darle un impulso a tu vida y buscar un trabajo con condiciones laborales que se adapten mejor a lo que necesitas, el sector IT es tu oportunidad. Igual que Joel pasó de músico profesional a desarrollador web en cuestión de meses, puedes dar este paso y descubrir nuevas pasiones con nuestros bootcamps en programación y tecnología. ¡Nunca es tarde para seguir formándote!

Posts Relacionados