Hace poco, me encontré con un repositorio en GitHub que te permite generar mensajes de commit para git usando OpenAI y GPT3.
Si no eres programador y no sabes de qué estoy hablando, te lo explico rápidamente:
- Un commit es una serie de cambios al código fuente de un programa.
- El mensaje del commit debería de explicar por qué has hecho esos cambios.
- Todo esto queda documentado en GitHub para cuando se tengan que hacer otros cambios.
Pues bien, lo que nos promete ese script es mandarle a GPT3 los cambios y pedirle que los explique en inglés. ¡Maravilloso!
En este sencillísimo ejemplo se ve a la perfección todo lo que está mal en el uso de la actual IA y cómo sobrevivir en un mundo cuyo contenido será mayoritariamente generado por IA.
¿Cómo funcionan GPT3, GPTChat y otras IA?
Son sistemas estadísticos que, a partir de un ejemplo, determinan qué es lo más probable que venga después. Para eso, se basa en un corpus de datos inmenso (Big Data), que ha sido analizado previamente.
Es muy parecido a algo que usas todos los días: Google.
A Google le das una muestra (las palabras clave que buscas) y te devuelve el contenido que más probablemente esté asociado a ella (las páginas resultantes).
¿Qué caracteriza el contenido generado por una IA?
Su objetivo es crear variaciones de una misma cosa. Es decir, si le das, por ejemplo, una playlist de Spotify, puede recomendarte otras similares e, incluso, crear nuevas playlists que sean parecidas a la inicial.
Si el sistema ha analizado millones de imágenes y sus descripciones, puedes darle una descripción para que te genere una imagen estadísticamente adecuada a esa descripción. ¿Cómo crea esos contenidos nuevos? Haciendo refritos de los anteriores.
Una forma muy buena de entender cómo funciona un sistema es ver qué hace cuando las cosas salen mal. Un ejemplo bastante conocido es la imagen que creó DALL-E cuando le pidieron la representación de un «salmón nadando en un río»:
Todos estos sistemas son máquinas de hacer refritos. Es el principio de Lavoisier o del wok chino aplicado a la generación de contenido: nada se crea, nada se destruye, todo se refríe.
¿Es útil el contenido generado por IA?
Por supuesto. Hacer refritos es una tarea aburrida y que consume tiempo. Si se le puede delegar a una máquina que lo haga bien, ¿para qué malgastar el tiempo?
¿Es revolucionario?
La herramienta, ¡desde luego! El contenido, por supuesto que no. Precisamente se trata de lo contrario, de hacer un refrito.
El hacer más de lo mismo, una y otra vez, es lo que caracteriza a la IN (Idiotez Natural) y eso es lo que la IA (Inteligencia Artificial) logra reproducir a la perfección ahora mismo.
¿Cómo va a ser el mundo cuando la mayoría del contenido sea creado por IA?
Exactamente igual que Hollywood desde hace al menos una década: todo son remakes y reboots, sin una sola idea original a la vista.
Disney y Marvel parece que usan modelos estadísticos para crear contenido desde hace tiempo: a partir del rendimiento pasado, se deciden los nuevos personajes y crossovers del futuro. Funciona, al menos durante un tiempo, pero llegará el momento en que el consumidor se harte.
¿Qué tenía de malo aquel script para git?
Que no aporta nada útil.
Crea el tipo de mensajes de commit inútiles que suelen crear los malos programadores o, al menos, los del montón: se limitan a describir los cambios (¡qué ya están descritos en el código!) en vez de explicar por qué se tomaron esas decisiones y se llevaron a cabo esos cambios y no otros.
Es la Inteligencia Artificial emulando la Idiotez Natural.
¿Cómo sobrevivir en un mundo dominado por la inteligencia artificial?
Aportando aquello que dichas herramientas no pueden: la creatividad, la originalidad, el traer al mundo algo nuevo o, por lo menos, una nueva forma de ver lo mismo.
La creatividad, al igual que cualquier otra habilidad mental o física, puede mejorarse, incentivarse y entrenarse.
En el futuro, más que nunca, será relevante el mítico anuncio de Apple de 1984:
Para sobrevivir y tener éxito en el futuro, sigue esta máxima: THINK DIFFERENT.
