La forma más barata de enviar hardware al espacio

Contenido del Bootcamp Dirigido por: | Última modificación: 2 de octubre de 2024 | Tiempo de Lectura: 3 minutos

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Últimamente ha habido una serie de noticias interesantes relacionadas con el mundo de la programación y el espacio. Por ejemplo, nos hemos enterado que Marte se ha convertido en el primer planeta del sistema solar con ¡más ordenadores con Linux que Windows y macOS juntos!

  • Marte ✔️ ¡Objetivo cumplido!
  • Desktop ⭕ Todavía en ello…

Bromas a parte (escribo esto desde mi flamante Slimbook Pro X con Ubuntu) hubo noticias mucho más importantes pero que pasaron desapercibidas.

En este caso, lo que estamos celebrando es la llegada de la sonda Perseverance a Marte. Esta sonda tiene algunas novedades, algunas chorras pero interesantes, como por ejemplo grabaciones de sonidos de Marte. La estrella, sin embargo, es el dron Ingenuity.

hardware al espacio

Se trata de un helicóptero contra-rotativo que funciona con Linux. Su software de control de vuelo ha sido creado en base a una framework llamada F’ (F Prima) en C++. Lo interesante es que es de código abierto y está disponible en github.

Si deseas crear software para el control de un dron, ya sea para ir a Marte o espiar las fiestas ilegales que hace el vecino durante el confinamiento, ya tienes la base sobre la que trabajar.

¿Por qué es tan caro enviar hardware al espacio?

Hace algunos años, la NASA se marcó otro hito, al reconfigurar el software de una de las sondas Voyager (que ya han salido del sistema solar), para poder así extender un poco más su vida útil.

El coste de enviar ese nuevo software a 18 mil millones de km de distancia es ínfimo, mientras que enviar un kilo de hardware a la Estación Internacional Espacial, por no hablar de Marte, es literalmente astronómico. ¿Por qué?

La pregunta parece idiota, pero a veces las respuestas más interesantes vienen justo de intentar responder algo que parece obvio o idiota.

¡Es la infraestructura, estúpido!

La razón por la cual es tan barato enviar software de un lado a otro (incluso al espacio) no es que en el caso de mover hardware hay que mover algo físico. La respuesta es la infraestructura.

Con la debida infraestructura, incluso el mover objetos físicos resulta extremadamente barato. Hoy mismo tuve la enésima prueba de ello, cuando Amazon me hizo llegar un libro raro desde una librería de viejo en Wisconsin hasta mi casa en tiempo récord y sin apenas coste.

El problema actual es que no hay infraestructura en el espacio que reduzca el coste del viaje. Cada viaje a Marte es igual de caro que el anterior y los viajes pasados no reducen el coste de los futuros. 

Skyhook al rescate

Una forma interesantísima de reducir dicho coste, es llenar el sistema solar de la infraestructura adecuada, en este caso de SkyHooks. Se trata de estructuras que pueden acelerar o frenar objetos aplicando el principio milenario de la honda.

Sin embargo, incluso con este sistema, seguiría siendo muy caro enviar, digamos, una llave inglesa a la ISS.  ¿Cómo lo abaratamos hasta la insignificancia?

Impresión 3D

Esto no es ciencia ficción ni una pregunta inútil. Un astronauta en 2014 realmente se dio cuenta que necesitaba una llave inglesa en la ISS. ¿Cómo se la mandaron? MadeInSpace es una empresa del Silicon Valley situada en el Moffet Field y se dedica a fabricación de materiales para la industria espacial. Entre otras cosas, disponen de una impresora 3D para entornos de microgravedad.

Impresora 3D para microgravedad

Cuando se enteraron de la necesidad del astronauta, no se lo pensaron 2 veces. Crearon un modelo de llave con Autocad Inventor, lo exportaron a un formato que entendiese la impresora y se lo mandaron por email. Tal cual.

A las pocas horas, ya podía el hombre usar su nuevo hardware.

Esta es la noticia que pasó en su momento desapercibida, pero que a la larga será mucho más importante, en Marte, en la Tierra o donde sea: con la adecuada infraestructura de “fabricadores”, podremos iniciar una segunda revolución industrial, más distribuida en este caso.

LLevándolo a extremos

Si te interesa la idea y quieres ver hasta dónde podría llegar, hay varios libros.

Uno que lleva esta idea a extremos (¿por qué no enviar e “imprimir” personas en vez de llaves inglesas?) es We are legion.

Un tal Bob, ingeniero de software, acaba de vender su empresa de software y se la prometía muy felices cuando la palma cruzando una calle. Despierta un siglo más tarde y se entera que ha sido “enviado” al espacio y que es la “IA” responsable por una flota de sondas que buscan planetas habitables. No era la jubilación que se esperaba.

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