En las últimas dos semanas vivimos una verdadera odisea, y hemos ido desde el éxtasis, a la extenuación, seguido de levantada, resiliencia y nueva ilusión. Hemos literalmente vivido internamente una versión más de la ruta del héroe, y hoy ha llegado el momento de compartirla un poco con la comunidad.
Arranca el Road Show de KeepCoding
La semana pasada, estuvimos de “Road Show” por media España. Queríamos retomar el contacto con la comunidad de KeepCoding y presentar el programa de “Ambassadors” y tecnologías punteras, como los LLMs, Grokk y las VisionPro de Apple recién traídas de EEUU solo para compartir con nuestros alumnos la ilusión de no sólo conocerlas, sino de programar para ellas.
Fuimos de tournée como la de las bandas de rock, un día en cada ciudad y sin parar. Salimos el lunes para Sevilla en AVE desde Madrid y dimos la primera charla allí. Un primer encuentro estupendo, todo yendo sobre ruedas, la comunidad reunida, compartiendo temas super interesantes y probando lo último de Apple.
Sevilla fantástica, Málaga todavía más espectacular. El tour avanzaba sin pausa y con mucha ilusión.
Al día siguiente, tocaba el tramo más largo: Málaga a Valencia en coche. Nueve horas conduciendo para llegar y organizar todo para la presentación dirigida a la comunidad en Valencia. Las primeras emociones más fuertes e imprevistos empezaron a surgir. Justo coincidimos con la huelga de agricultores, cuando cruzábamos Murcia, y nos quedamos atascados en varios puntos.
Aun así llegamos bien y sin mayores problemas al destino del día: Valencia. Cansados pero igualmente muy satisfechos con vivir otra gran velada junto a nuestros antiguos y nuevos alumnos.
Camino a Barcelona
El jueves por la mañana, cargamos todo nuestro equipaje en el coche y salimos Irene y yo en dirección a Barcelona, donde sería el cierre final de la tournée de KeepCoding. Mientras nosotros íbamos en coche, nuestra compañera Michelle, partía en AVE desde Madrid para unirse a nosotros y ayudar con la organización, ya que en BCN nos esperaba el grupo más grande de todos, y sabíamos íbamos a necesitar refuerzos.
Mientras nos íbamos acercando, a Irene y a mí nos llamó la atención que había pocas opciones para parar y comer algo. Ya se nos iba haciendo tarde, cuando al fin vislumbramos el área de servicio de “El Garraf”, cerca de Vilanova y Geltrú, un pueblo ya muy cerca de Barcelona.
Aparcamos frente al restaurante y después de comer un bocadillo deprisa y corriendo, nos dirigimos al coche con las prisas en el cuerpo. ¡No podemos llegar tarde!
Nada más ver el coche, los dos pensamos lo mismo: ¿¡hemos dejado el coche abierto!? No exactamente. Habían reventado una ventana y llevado todo el equipaje.
¡Todo el equipaje y las Vision Pro robadas!
Todo el equipaje. Esa información va a ir calando poco a poco a lo largo de las próximas horas e incluso días. Dos macs nuevos. Las VisionPro. Dos cascos. Documentación y tarjetas. Un iPhone. Material de KeepCoding (una maleta entera de botellas). Las mochilas. La maleta. Las VisionPro. ¡Las putas VisionPro!
En total, no menos de 10.000 €. Y una sensación de frustración, ira, impunidad e inseguridad en el cuerpo que saltaba a la vista.
¡El ladrón está ahí y sigue estando!
Mientras Irene se pone a llamar a su banco de inmediato para cancelar sus tarjetas de crédito (las mías por suerte las llevaba en el bolsillo), vuelvo al restaurante para pedir que llamen a la policía. Ahí me informan que al contrario de los ladrones, la policía no viene, tienes que ir tú a verlos.
Vuelvo al coche y me encuentro con un señor encargado de la limpieza de la estación que se nos acerca para ver qué ha pasado: ¿os han robado?
¡Todos los días ocurre esto aquí! El ladrón vive ahí, dice, indicando al otro lado de la carretera, en dirección a Tarragona. Tus cosas están ahí. Lo saben los dueños de la estación, lo sé yo, lo sabe la policía y ¡nadie hace nada!
Está claro que aquí ya no hacemos nada, así que tras instalarse Irene en el asiento de atrás (el suyo estaba cubierto de cristales), nos vamos a la comisaría de Vilanova. Allí nos indican que no podemos aparcar frente a la misma, aun teniendo el coche abierto. Tenemos que dejarlo en un parking enfrente, así que dejo a Irene vigilando al coche mientras le presto mi móvil para que siga llamando a los bancos.
Cuando le toca a ella denunciar el robo de su dni y demás cosas, salgo a buscarla. De lejos veo a alguien con la cabeza metida dentro de la ventana rota del coche, dentro del cual está ella. Me abalancé convencido de que estaban atracando a Irene (la que nos faltaba). Por suerte no era eso. Era una señora preocupada al ver el estado del coche.
¡¿Os han robado aquí?!
No, ha sido en la carretera, le indicamos.
¡Pues a mí, ya me ha pasado aquí y allí! Nos indica con el dedo. Vale la pena destacar que aquí y allí se sitúan a no más de 500m de la comisaría de policía.
El momento «Todo está perdido»
Con la denuncia ya en mano, Irene me mira desconsolada y dice “cancelamos, ¿no?”.
Cualquiera que conozca el “Viaje del Héroe” sabe lo que estábamos viviendo los dos: el momento de “todo está perdido”. Parece que todo se derrumba a tu alrededor, y lo mejor que puedes hacer es esconderte debajo de la mesa. Y honestamente era este el primer sentimiento que nos invadía tras dos horas en la Comisaría.
Y eso podría haber terminado ahí, si no llevásemos el espíritu KeepCoding realmente dentro. Fueron segundos hasta que naciera dentro de mí algo todavía más fuerte que la desilusión.
¡Una mierda!
No teníamos ordenadores para la presentación, pero la llevaba en la cabeza. No tenía clicker, pero tenía dedo. Que nos quitara todo lo material ya no nos lo podíamos evitar estaba hecho, pero en definitiva no acabariamos con nuestro Road Show.
Decisión tomada, y en nuestro coche sin cristales en las ventanas, seguimos hacía Barcelona y ahora a contrarreloj: el plan es llegar al hotel, descargar lo que quedó y hacer el check in, mientras uno vigila el coche. Luego, mientras Michelle e Irene se van al local, yo tenía que devolver el coche (era de alquiler y no había forma de dejarlo aparcado en ese estado) para luego volver en taxi.
Al fin llego, sofocado, con más de 20 minutos de retraso. El auditorio está lleno.
La gente que nos rodea: la comunidad
Podría pensar que todo fue una calamidad y que la parada en Barcelona fue un fracaso. Podría seguir lamentándome de todo lo que nos robaron, que no fue poco, pero decido tirar la toalla: lo que pasó, pasó y no se puede cambiar. Sí podemos cambiar cómo reaccionamos ante una adversidad.
Tras cagarme una última vez, a modo de despedida, en los “moríos” más frescos del ladrón, decido mirar al frente.
En vez de lamentar lo ocurrido en Barcelona, vamos a celebrar todo lo bonito que también ocurrió allí:
- Michelle, aun siendo sus primeras semanas de trabajo, se hizo cargo de todo el evento, ella sola, mientras el resto del equipo estaba en comisaría.
- Dani Soler, coordinador del Bootcamp de UX / UI, que no tenía previsto acompañarnos, fue el primero en llamarnos para saber si estábamos bien y avisando que iba de inmediato al local para ayudar en lo que fuese necesario. En cuanto llegué, se llevó a Irene a comprar algo de ropa y un cepillo de dientes, porque le habían robado todo.
- Irene, que estaba con lo puesto, se quedó recibiendo y entreteniendo a los asistentes mientras yo llegaba.
- Eric Risco, nuestro profesor experto en IA y que había venido desde Andorra, cuando vió que Irene se había ido a reponer algo de ropa y Michelle a comprar bebidas y algo de comida (se llevaron todo), se levantó de inmediato para hacerme de “clicker humano”.
- Todos los asistentes, que al verme entrar, me recibieron entre aplausos.
Y el evento fue literalmente un éxito y de Barcelona nos llevamos un eterno agradecimiento y los mejores recuerdos, porque nuestro Road Show tenía cómo propósito principal ser un primer reencuentro presencial con nuestra comunidad. Y la acogida que tuvimos en Barcelona y el apoyo incondicional de todos, staff, profesores y alumnado, fue el ejemplo perfecto del significado real de la comunidad y por qué en KeepCoding nos lo tomamos tan en serio.
Para celebrar ese éxito, nos fuimos Michelle, Irene y yo, junto a un amigo de infancia que vive en Barcelona a un restaurante que había justo enfrente, porque al mal tiempo, ¡caipirinha y buena carne!
Recuerdos que ningún ladrón puede borrar, porque desde hace tiempo lo mejor que tenemos en KeepCoding es y seguirá siendo la calidad profesional y humana de la gente que nos rodea, y la comunidad que una tribu con estas características proporciona. Los cursos cambian, las tecnologías se renuevan, surgen y van tendencias todos los días, las “últimas gafas” vienen y se van, pero nunca hemos pretendido ser tan solo una escuela, sino un centro de saber, donde la excelencia es una constante, aprender, enseñar y crecer juntos se convierten en puro placer, y donde entendemos el porqué nada se compara al poder y placer de ser parte y tener una tribu donde compartir todo eso.
Y, ¿qué nos espera en el futuro? ¿Habrá VisionPro? ¿Connect?
Si lo vemos desde el punto de vista adecuado, ya que todo en la vida es cuestión de punto de vista, cambio el punto, cambio la vista, podemos pensar que todo fue orquestado para dar paso y todavía más valor a la gran fiesta que íbamos a anunciar nada más concluir el Road Show. ¡La vuelta de nuestro evento más grande para la comunidad: el Connect!
Connect es nuestro evento hecho por y para nuestra gran comunidad donde la tecnología se celebra, las conexiones florecen y la comunidad de KeepCoding brilla más fuerte que nunca. Hace unos meses, cuando conseguimos el “sí” de Douglas Crockford para volver a casa desde Los Ángeles en exclusiva para nuestro alumnado y acompañarnos en la nueva edición del Connect, después de varios años sin celebrar el evento debido a la pandemia, creía que era lo más grande que íbamos a celebrar. Como friki confieso que soy, amante del desarrollo de software y de los lenguajes de programación desde hace más de 35 años, tener a uno de los realmente grandes en España, creador de JSON e incuestionablemente uno de los grandes responsables de que Javascript sea el lenguaje tan masivamente usado que es hoy, ya me aseguraba un goce suficiente.
Hoy, después de todo lo vivido y del apoyo recibido de forma tan espontánea de toda nuestra comunidad en Barcelona, y en las RRSS, afirmo sin la más mínima duda que mi goce se ha exponenciado, y la gran fiesta para celebrar la gran comunidad de KeepCoding, la oportunidad de poder reunir a alumnos, profesores y amigos de todos los tiempos, nunca ha sido tan deseada.
“Vivimos en un entorno moderno, lleno de comodidades y avances científicos y tecnológicos, pero nuestro cerebro se forjó en el Paleolítico. No tenemos que caminar kilómetros y más kilómetros para conseguir alimento, y en general estamos mucho más protegidos de las inclemencias del entorno, incluido el riesgo de encontrar fieras al acecho… No obstante, hay algo que no acaba de funcionar. A pesar de todos estos avances, indiscutiblemente muy provechosos, el número de personas que se sienten insatisfechas con su vida, que se sienten desanimadas, tristes y otros trastornos que afectan la vida mental van en aumento (…) Sin duda, hay muchos elementos implicados (…) Pero hay otro que a menudo no se considera: yo lo llamo “efecto tribu”.
David Bueno, Doctor en Biología, y autor del Libro “Educa tu Cerebro”
Y ¿sobre las Visión Pro? Hace ya días que compré el billete y muy pronto salgo de nuevo para EEUU ¡a por otras Vision Pro y estarán en Connect24!
Espero veros a todos el próximo 27 de Abril en Madrid en nuestro Connect. Allí hablaremos de todo eso, Visión Pro, lo último de IA y tribu, incluidas. Si eres de la comunidad y no has recibido tu cupón de invitación aún, contacta con [email protected]. Y hasta entonces, ¡ni un día a cero!
