Un día en el Big Nerd Ranch en Atlanta
Horarios del Rancho y sus Nerds
El día empieza a las 8:30 con el desayuno. Se sirve en el edificio principal del Historic Banning Mills, en un buffet donde nos reunimos todos. Suele ser bastante estándar, fruta, huevos revueltos, bacon y esas cosas. En general tiene mucho menos bollería de lo que es común en España, y por supuesto nada de jamón con tostadas y aceite. 😉 A veces incluyen algo típico de la culinaria sureña, como unas gachas de maíz llamadas grits.
Nos reunimos bajo el Mountain Lion disecado y las charlas son bastante normales, es decir, casi pasaríamos por un grupo de no nerds. 😉 Ayer el tema de conversación era los tiroteos en las escuelas. Supongo que será como si un americano va a España y cae en una discusión taurina. 😉
Las clases y los instructores del Big Nerd Ranch
A las 9 empiezan las clases con Jonathan Saggau. Es el instructor principal y übernerd del iOS. Es un chaval bastante joven y con un conocimiento profundo de los recovecos de iOS y Cocoa Touch. Hasta ahora no se está siguiendo el orden del plan de estudios, sino que vamos un poco por libre. El material de estudio es la versión preliminar de un nuevo libro que ha escrito Jonathan, al parecer con algo de ayuda de Aaron (según me ha dicho este ultimo) y que quieren publicar después del WWDC.
A parte de Jonathan, hay otros dos instructores que ayudan a los alumnos. El que más conozco es Steve Marriott que se sienta al lado mío. La verdad es que estoy estrategicamente situado, porque Steve se desvive para ayudarnos.
La sala de clase es bastante amplia y está en la planta baja del edificio. Aun así, es muy luminosa y con vistas al rio y el bosque. Hay una máquina de café (o lo que los americanos llaman café) y refrescos gratis.
Las clases empiezan siempre con una explicación de lo que vamos a hacer y de la tecnología subyacente, aunque sin entrar en demasiados detalles. Luego todos a picar código. Es un curso muy práctico y te pasas casi todo el rato en Xcode o Instruments. Lo que más me gusta es que podemos elegir lo que queremos ver, de hecho ayer votamos por dedicar el día de hoy a cosas de más bajo nivel, como CoreAudio y OpenGL. En general, la metodología es similar a la que vereis en los libros del Big Nerd Ranch.
Las clases duran hasta las 12:30 cuando toca comer. El almuerzo también se sirve bajo el pobre mountain lion y también es de buffet. A eso de las 13:00 volvemos a nuestra clase . Seguimos picando código hasta eso de las 16:00, cuando salimos para dar un paseo por la ribera del río, a veces hasta los antiguos batanes que dan nombre al lugar (Mills significa batanes, so patanes, a ver si aprendemos Inglés ;-)) para refrescar un poco las neuronas. Luego más código, aunque ya en plan más tranquilo, hasta las 18:30 que es la hora de cenar.
La cena es distinta al almuerzo y el desayuno, porque nos traen a la mesa el plato que hayamos elegido previamente. Ayer tocó un pollo estilo mexicano con chile chipotle que nos hizo sudar por todos los poros. También tienes una selección de vinos californianos de los que elegir para pagar el incendio causado por los pinches chipotles de la chingada. 😉
Los alumnos
Los demás alumnos (unos 20 en total) son de varios lugares de EEUU y algún canadiense. También hay un bicho raro que afirma ser español. Muchos han venido ya varias veces, tanto al curso de iOS básico como a otros que tienen, como Python, Django y uno de OpenGL que no recuerdo haber visto en el site del Big Nerd Ranch. En general todos hablan muy bien, especialmente si lo comparan con otros cursos, según ellos mucho más caros y no tan buenos. La verdad es que el mundo de la formación aquí es muy distinto: es mucho más caro pero también la calidad es muy buena. No se dan los casos de los típicos cursos “patrocinados” por sindicatos que contratan a un iletrado simplemente para decir que se hizo el curso y cobrar de la teta del gobierno.
Hay tanto alumnos que pagan su curso como aquellos que se lo paga la empresa. Tenemos empleados de eBay, de Apple, Nikon, escuelas privadas, petroleras, Credit Suisse y otras empresas de Wall Street, en fin, un poco de todo. Hay muy buen rollo y es gente muy amable.
Como nota curiosa, ayer pasó algo que me halagó bastante: una compañera me preguntó si había vivido en EEUU porque no tenía nada de acento, lo cual parecía sorprenderle. Tuvo que explicarle que no, así que me preguntó donde había aprendido Inglés. Mucho me temo que al explicarle que había aprendido su idioma en Brasil con una profesora china, mi fama de bicho raro dio un salto cualitativo. 😉
Os dejo que llego tarde para el desayuno.
