¿Le has dado like a algún post en Instagram o Facebook? ¿Te has preguntado cómo funciona esa instrucción que va desde el Frontend hasta el Backend? ¿Y cómo funcionan las aplicaciones móviles y su seguridad? En este artículo desmitificaremos el concepto de Backend y nos adentraremos en sus laberintos digitales. Conoce cómo funciona el Backend, una realidad que pocas veces se ve, pero que mantiene funcionando todo el ecosistema de sitios web y aplicaciones que usamos en nuestra vida cotidiana.
El Backend: ¿Qué es y cómo se conecta con el Frontend?
Para entender cómo funciona el Backend debes saber qué es. Empecemos por hablar sobre cómo se divide el desarrollo web:
- Por un lado tenemos el frontend, la cara visible de un sitio web. El frontend incluye todos los elementos visuales y la interactividad de una página web que se ejecuta en el navegador del usuario. Eso incluye HTML, CSS y JavaScript.
- Por otro lado está el backend, las “tripas” invisibles que permiten que todo funcione. El backend es todo lo que sucede detrás de escena, en un servidor remoto, y es lo que permite que los sitios web ofrezcan funcionalidades dinámicas, como la posibilidad de que los usuarios inicien sesión, hagan compras o dejen comentarios.
¿Dónde se ejecuta el Backend y qué herramientas utiliza?
Conocer cómo funciona el Backend implica saber que se ejecuta en servidores. Estos son simplemente ordenadores (a veces muy potentes) que están siempre encendidos y conectados a internet. Estos ordenadores, que pueden estar en cualquier parte del mundo, almacenan datos, archivos, imágenes, vídeos y, por supuesto, ejecutan programas.
El desarrollo backend implica el uso de diferentes tecnologías, como lenguajes de programación (Python, PHP, Java, entre otros), sistemas de gestión de bases de datos (como MySQL, MongoDB o PostgreSQL) y servidores web (como Apache o Nginx). Cuando se habla de “stacks” en desarrollo web, se refiere a las combinaciones específicas de estas tecnologías.
Un programa backend se encarga de recibir peticiones de los usuarios, procesarlas, interactuar con la base de datos si es necesario y finalmente devolver una respuesta. Esto sucede cada vez que realizas una acción en un sitio web, como enviar un formulario, y ves los resultados de esa acción en tu pantalla.
Ejemplos de Backend: Los titanes invisibles de internet
Ahora que conoces un poco mejor cómo funciona el Backend, hablaremos sobre los sistemas backend, que son los pilares que sostienen nuestros servicios en línea favoritos. Cuando utilizamos Google para buscar algo, hay un servidor de Google procesando nuestra petición, consultando su base de datos y devolviendo los resultados que vemos en nuestro navegador. Lo mismo ocurre cuando interactuamos con nuestros amigos a través de redes sociales, como Facebook.
También pasa algo parecido cuando hacemos clic en un anuncio de Google Ads o Facebook Ads. Los sistemas backend de estas plataformas se encargan de llevar un registro de todos los clics y acciones que realizamos, lo que permite que las empresas analicen el rendimiento de sus campañas y mejoren su posicionamiento web.
Backend y el mundo del Marketing Digital
El backend no solo es vital para el funcionamiento de los sitios web, sino que también juega un papel clave en el marketing digital. Cuando te suscribes a una newsletter y recibes un correo electrónico, es gracias a un sistema backend que gestiona esas suscripciones y envía los emails. El email marketing, de hecho, depende en gran medida de los sistemas backend para segmentar a los suscriptores, personalizar los mensajes y llevar un seguimiento de las interacciones.
El backend también es importante para el análisis de datos y la optimización del SEO, ya que proporciona información valiosa sobre cómo los usuarios interactúan con un sitio web.
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