El modelado de datos es crucial porque define la base sobre la que se construirá tu aplicación. Por eso, es muy importante que sepas cómo diseñar un modelo de datos, ya que un buen diseño puede marcar la diferencia entre una aplicación eficiente y una lenta e ineficiente. Se trata de asegurar que los datos estén organizados de manera eficaz y lógica para así satisfacer las necesidades de tu aplicación.
¿Qué es un modelo de datos?
Antes de diseñar un modelo de datos debes entender qué es un modelo de datos. Es una representación lógica y abstracta de los datos que vamos a manejar en nuestra base de datos. Define cómo se organizan, se relacionan entre sí y se manipulan. La belleza de los modelos de datos radica en su versatilidad: desde modelos relacionales, pasando por orientados a objetos, hasta llegar a los noSQL, tenemos una amplia variedad de formas para adaptar la estructura a las necesidades de nuestra aplicación.
Tipos de modelos: diferentes enfoques para diferentes necesidades
Hablemos un poco de tipos de modelos. Tenemos varios a nuestra disposición para poder diseñar un modelo de datos:
- Modelo relacional: es el modelo más popular y establecido, perfecto para situaciones donde la estructura de los datos no cambia con frecuencia. Piensa en él como una matriz de filas y columnas donde los datos se organizan en tablas relacionadas entre sí.
- Modelo orientado a objetos: ideal para escenarios donde necesitamos aprovechar los principios de la programación orientada a objetos, como la herencia, el polimorfismo y la encapsulación.
- Modelos NoSQL: pueden ser de varios tipos, como el documento, clave-valor, columnar y de grafo. Son útiles cuando necesitamos manejar grandes volúmenes de datos con estructuras menos predecibles.
- Modelo de red y modelo jerárquico: son modelos más antiguos que siguen siendo utilizados en sistemas legacy. En el modelo de red, los datos se organizan en redes de registros, mientras que en el jerárquico, los datos se estructuran en forma de árbol.
El truco para diseñar un modelo de datos está en seleccionar el tipo de modelo que mejor se adapte a tus necesidades. No hay un tamaño único que sirva para todos.
Entidad-relación: el arte de conectar datos
A la hora de diseñar un modelo de datos vamos a hablar del modelo relacional. Aquí uno de los conceptos más importantes que vamos a trabajar es el de entidad-relación. Imagina que estás creando una base de datos para una aplicación de streaming. Las series, las temporadas y los actores son entidades que están relacionadas entre sí. Un actor puede estar en una temporada y en otra no, lo que significa que los actores no están asociados a una serie, sino a una temporada. ¿Ves cómo se está formando una red de relaciones? Eso es la esencia del modelado de datos relacional.
Ahora, vamos a imaginar cómo sería esta base de datos. Cada serie tendría un identificador único, un nombre y un año de creación. Los actores tendrían un identificador único, un nombre, un apellido… Podríamos añadir también información adicional, como una URL a su página web o su foto. Las temporadas tendrían un identificador único, el número de temporada, el año de la temporada y el título de la temporada. Cada una de estas entidades estaría almacenada en su propia tabla, y las relaciones entre ellas se representarían mediante claves foráneas.
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