Fantasmas digitales: ¿existe alguien que no genere datos?

«Si no tiene datos, no existe»: así es cómo se denominan los fantasmas digitales.

El mundo se lee a partir de los datos. Todo lo que nos rodea genera un sinfín de datos que muchas veces pasan desapercibidos ante nuestros ojos. Hay millones y millones de información que circula a diario y de la cual no tenemos conocimiento. No somos conscientes de que simples hechos, como abrir un enlace en la web, puede generar una inmensidad de metadatos que alguien analizará.

La pregunta del millón es: ¿existen los fantasmas digitales, es decir, una persona, dispositivo u organización que no genere datos?

Nuestros datos, un arma de doble filo

Seguro que te has topado alguna vez con películas como Hackers, que nos muestran cómo en un instante nuestra información puede quedar expuesta. Tal vez también recuerdes a la hacker más famosa de la saga Millenium, Lisbeth Salander. Sabemos que este es un libro producto de la mente de Stieg Larsson, es decir, pura ficción, pero tiene un toque de realidad.

El simple hecho de descargar una imagen puede dejarte expuesto a miles de peligros en la red, y aunque no es tan fácil como lo pinta Larsson o como las películas de hackers enseñan, en donde con tres líneas de código ya has entrado a una página gubernamental, sí es cierto que los datos que vamos dejamos de forma continua son el pan de cada día de quienes trabajan con ellos.

Por esta razón, existe el constante debate entre la protección y la divulgación de nuestros datos y miles de teorías conspirativas al respecto, porque nuestros datos son invaluables y fáciles de obtener.

Fantasmas digitales: ¿qué son?

Nuestro número de identificación, nombre o teléfono son necesarios para ingresar a casi cualquier lugar. Así pues, podríamos decir que no podemos ser fantasmas digitales, que todos generamos datos, pero ¿alguna vez te has puesto a pesar qué pasa, por ejemplo, con la mayoría de las personas de la tercera edad? Muchos de ellos son como fantasmas digitales. La mayoría ni siquiera usan teléfonos inteligentes, correo electrónico, redes sociales… Son fantasmas digitales, es decir, en la web no existen.

Además, no poseen ningún tipo de relación comercial con ninguna empresa, por tanto no son público objetivo para el marketing.

¿Existe otro tipo de fantasma digital?

Existen algunos casos particulares en los que personas que no pertenecen a este grupo poblacional también se convierten en un fantasma digital: estas son las personas dedicadas a la vida asceta, gente que vive aislada de la sociedad y que tiene mínimo contacto con otros seres humanos. Su única forma de conectarse es con la naturaleza.

¿Cómo me convierto en un fantasma digital?

Si bien esto no es posible para las nuevas generaciones, te dejamos algunas recomendaciones para protegerte del phishing y del ransomware, las cuales te ayudarán a entender cómo funcionan los piratas informáticos y por qué deberían cuidarse mucho los datos.

También te invitamos a realizar nuestros el Bootcamp de Big Data, Inteligencia Artificial & Machine Learning para que entiendas la importancia de tus datos. ¡Apúntate!

También te dejamos el link de descarga de uno de los antivirus más demandados del mercado, Norton, para que evites aquellos ataques maliciosos que no viste venir.