Invención del compilador: su historia

La invención del compilador fue un hito en la historia de la informática, lo que transformó de manera significativa la forma en que los humanos interactúan con las máquinas. Previo a su existencia, la programación era un proceso arduo y especializado que se reservaba solo para aquellas personas que podían comprender el lenguaje de máquina. Entonces, ¿cómo comenzó todo y quién estuvo detrás de este revolucionario invento?

Grace Hopper: la pionera detrás de la invención del compilador

La invención del compilador no habría sido posible sin el ingenio de la matemática y militar estadounidense Grace Hopper. Hopper nació en 1906 y desde antes de Estados Unidos iniciar la Segunda Guerra Mundial ya tenía un doctorado en matemáticas de Yale. Para este tiempo fue cuando decidió dejar su puesto como profesora de matemáticas para unirse a la armada, en donde se convertiría en una de las primeras programadoras en utilizar el Mark I, el primer ordenador de gran capacidad que existió.

Una vez culminada la guerra, Hopper decidió continuar con su formación en programación, así pues, se dispuso a trabajar para la Eckert-Mauchly Corporation en Filadelfia, en donde desarrollaron los computadores BINAC y UNIVAC I. Durante este tiempo fue que realizó sus contribuciones más significativas en el campo de la programación. En 1952, Grace Hopper creó el primer compilador de la historia, que fue conocido como A-0 y que transformaba instrucciones escritas en un lenguaje de alto nivel, en código de máquina, el cual podía ser entendido y ejecutado por una computadora.

El avance hacia lenguajes más accesibles

Debido al gran éxito que tuvo el compilador A-0, Hopper pudo imaginar un lenguaje de programación que pudiera ser entendido no solo por matemáticos, sino por una gran comunidad de personas con menos experiencia técnica. Y así fue como nació FLOW-MATIC, un compilador que hacía uso de órdenes en inglés y que fue el cimiento para la creación de COBOL, uno de los primeros lenguajes de programación.

El éxito del compilador A-0 llevó a Hopper a imaginar un lenguaje de programación que pudiera ser entendido no solo por matemáticos, sino por personas con menos experiencia técnica. Así nació FLOW-MATIC, un compilador que usaba órdenes en inglés y que fue la base para la creación de COBOL, uno de los lenguajes de programación más influyentes y todavía en uso hoy en día.

Este revolucionario enfoque en la programación engendró la posibilidad de que más personas pudieran aprender y utilizar computadoras, sentando las bases para el desarrollo de lenguajes de programación modernos. La invención del compilador no solo hizo que la programación fuera más accesible, sino que también brindó la posibilidad de que se abrieran las puertas a la creación de software más complejo y funcional.

La evolución de los primeros compiladores

El compilador A-0, primero en su categoría, era un programa bastante sencillo, si lo comparamos con los sistemas modernos. Empero, se convirtió en un hito que demostró que era posible traducir código de un lenguaje de alto nivel (como Python o Java) a un lenguaje de bajo nivel (como el lenguaje Assembly o C). Algunos años después, en 1957, gracias a la ayuda del equipo IBM liderado por John Backus, se presentó el primer compilador completo para el lenguaje FORTRAN, lo que marcó una diferencia en la capacidad de los compiladores.

FORTRAN se convirtió en un estándar en el campo de la programación científica y su compilador necesitó años de desarrollo, lo que demostró la complejidad y el esfuerzo involucrado en la creación de estas herramientas. La invención del compilador y su evolución han permitido que los programadores se concentren más en la lógica y funcionalidad de sus programas, dejando la tarea de la traducción al compilador.

Compiladores autoalojados y la expansión del concepto

Con el pasar del tiempo los compiladores evolucionaron, hasta el punto de convertirse en programas más sofisticados, capaces de compilarse a sí mismos. Fueron denominados compiladores autoalojados y fue un concepto super innovador que hizo posible una mayor flexibilidad en el desarrollo de software. Un ejemplo de esto fue el compilador LISP, el cual fue capaz de compilarse a sí mismo en la década de 1960.

Todos estos avances logrados gracias a la invención del compilador crearon sistemas más robustos y la posibilidad de que el uso de las computadoras se expandiera en diversas industrias

El impacto duradero de la invención del compilador

La invención del compilador facilitó la programación, como ya hemos dicho, pero también permitió la creación de software más avanzado y el desarrollo de nuevas tecnologías, desde aplicaciones móviles hasta sistemas operativos, inclusive en la actualidad.

La programación moderna, tal como la conocemos, no habría sido posible sin los compiladores. Desde que Hopper dio este gran paso en la invención del compilador, los compiladores han seguido evolucionando para convertirse en herramientas que le permiten a los desarrolladores crear programas mucho más portátiles y fáciles de mantener.

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