Aunque la Keynote es para la prensa, el State of the Platform y las demás sesiones, son nuestras. Si todavía no has leído nuestro análisis de la Keynote, aquí lo tienes. ¿Listo? Pues vayamos entonces a lo que nos interesa, que son todos los detalles técnicos que provocarían sopor en cualquier humano normal.
ARM all the way!
Lo primero está clarísimo, el mac se pasa a ARM (con el ridículo nombre de Silicona de la Manzana). Tiene todo el sentido del mundo e incluso se puede decir que ya era hora.
ARM (Advanced RISC Machines) es una de esas empresas de las que me arrepiento enormemente de no haber comprado acciones en su momento (ahora es tarde). Al contrario de Intel, no fabrica chips, sino que licencia sus diseños para que los fabriquen otros.
Hoy por hoy, los chips de ARM son los reyes del mambo y están en todas partes. ¿Por qué? Son más sencillos y dan una gran potencia con un consumo muy bajo de energía. Es decir, son la opción perfecta para dispositivos móviles. Todo móvil, ya sea Android (con sus SnapDragon en general) o los iPhones con sus siliconas manzaneras usan chips ARM.
Hace ya algún tiempo que los chips que calzan los iPads son tan o más potentes que los de los macs. No tenía sentido que esto siguiese así. Si tenemos en cuenta que el mercado se ha partido en dos, con dispositivos móviles (entre los cuales están los laptops) y servidores en la nube, el primer segmento es el nicho ideal para ARM y el segundo para Intel. Queda por ver qué hará Intel, ya que aunque la cuota de mercado que pierde en Apple es muy pequeña, sí que es un aviso. Es de esperar que otros fabricantes sigan los pasos de Microsoft (que ya lanzó su Surface ARM) y Apple.
¿Cómo será la transición? Al contrario de la de MS que ha dejado bastante que desear, sospecho que la de Apple será muy fluida. Por dos razones: experiencia y control.
La única experiencia de MS fue el intento de crear y lanzar NT para los procesadores Alpha de Digital (si te acuerdas de lo que estoy hablando, ponte la mascarilla que eres grupo de riesgo). Fue una calamidad y terminó en fracaso.
Apple, por el contrario, sí que llevó muy bien la transición de Motorola a PowerPC y luego a Intel. Además, al contrario que MS, Apple sí que tiene un control casi absoluto sobre su plataforma, lo que hará que el proceso sea relativamente indoloro.
Además, esto facilita que muchos de los chips que Apple ha desarrollado para la plataforma iOS, como los específicos para inferencia de ML, se puedan integrar en los macs. Es decir, el mac se convierte en un iPad++. Y ahí quizás, esté el problema para algunos.
Un iPad++
El mac representa un porcentaje muy pequeño y decreciente de los ingresos de Apple, que dependen cada vez más de iOS. Desde el punto de vista operativo y financiero (el punto fuerte de Tim), no tiene sentido tenerlo totalmente a parte. Es mejor integrar y reducir ineficiencias.
Esto funcionará muy bien para los usuarios de a pie, los que usan un MacBook Air porque es chachi y pesa poco.
mac|iPad OS
En ese mismo sentido van todos los cambios que sufre macOS. En su casi totalidad, van en el sentido de la integración con iOS, perdón, iPadOS. Desde herramientas como Catalyst hasta los cambios estéticos.
¿Y los power users?
¿Qué pasa con los que usamos un MacBook Pro? La respuesta de Apple es bastante clara desde hace tiempo y no la entiende el que no quiere: sus den.
Es cierto que los desarrolladores y otros power users (esos que cuando podían, se compraban un mac pro) somos una fracción muy pequeña del mercado.
Somos, sin embargo, lo que Toynbee llamaba una “minoría creativa”: influimos sobre los demás y podemos marcar tendencias en el mercado. Steve Jobs lo entendía perfectamente y los NeXT y los macs, a su regreso, estaban hechos para atraer a esos usuarios, que a su vez atraían a gente normal.
Ese segmento de mercado, que cuando NeXT se convirtió en Apple acudió en masa a la casa de la manzana (un servidor incluido) parece estar yéndose ahora. Recuerdo cuando me dí cuenta que todos los programadores a los que respetaba usaban mac. Me faltó tiempo para comprar uno y darme cuenta de por qué lo habían hecho: era la mejor máquina para un desarrollador. Punto pelota.
Hoy en día, veo a muchos editores de video usando Windows, no porque quieran, sino por que no se les dió otra opción. Cada vez más, veo programadores dejando el mac: el precio subió, la calidad cayó, el friki se piró.
Para gestores, como Tim Cook, eso no es un problema. Pero un visionario lo percibiría como lo que es: una señal de alarma y un aviso previo de que la irrelevancia puede estar a la vuelta de la esquina.
Un beso y una flor…
Yo mismo, al ver que mi mac (¡del 2013!) ya arrastraba los pies, y tener que cambiarlo, me lo pensé muchísimo antes de gastar 3k € en un equipo que puede palmar a los dos años (como ocurrió con varios macs modernos en KeepCoding). No me arriesgo.
Por primera vez en 15 años, mi ordenador no será un mac. He optado por un Slimbook con Ubuntu. Ya está. Lo he dicho y en público.
Tengo una sensación rara, de estar cometiendo una traición pero a la vez de salir de una casa en la que cada vez era menos bienvenido. ¡No me voy, que me echan!
No soy el único dentro de la tribu de KeepCoding que ha hecho exactamente esa misma elección y sin habernos puesto de acuerdo. Todavía no me ha llegado por cosas del COVID, pero ya iré contando si ha sido un acierto o no.
Tal vez en unos años me compre un mac con ARM (me niego a decir eso de Silicona de la Manzana), pero de momento nos daremos unas vacaciones el uno al otro.
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