Estamos viviendo una nueva era, donde no sólo futbolistas, actores de Hollywood y Top Models pueden conseguir sueldos de vértigo y disfrutar en primera persona la sensación de ser “Super Stars”. Ahora a este club de VIPs, se han sumado los programadores.
De ser vistos peyorativamente como “nerds”, los programadores ya son considerados aves raras y son súper valoradas en el mercado laboral, dentro y fuera de España. Naturalmente con diferencias y niveles entre los diferentes países. En España actualmente, son uno de los pocos profesionales que pueden permitirse decir que no les falta trabajo. En EEUU, especialmente en zona como Silicon Valley, son tratados como estrellas y los sueldos estándares para Seniors, oscilan entre US$ 120.000 y 170.000.
Y no señores, estos no son los sueldos de cualquier Senior norteamericano.
Lo bueno, es que tal y como para ser deportista, actor de Hollywood o supermodelo, la meritocracia es realmente lo que cuenta. No hay ningún pre-requisito de carrera universitaria, nacionalidad, certificación… Aunque claro, nunca está demás estudiar y tenerlos.
Cualquier persona, a cualquier edad, con un mínimo de habilidad matemática puede hacerse programador, incluso de manera autodidacta. Y cualquier programador, si centra su profesión en dominar las tecnologías correctas y más demandadas, con constancia, mucho trabajo y persistencia, puede hacerse un hueco en el nuevo Olimpo de los Nerds.
Ya no son leyendas de tierras distantes. Vemos a diario casos de alumnos, amigos, conocidos que lo están haciendo aquí y afuera. Fernando Rodríguez detalla este camino con su propia historia, para animar a todos lo que quieran empezar.
Después de encontrarse en una situación profesional límite, y plantearse un giro definitivo, repasa el camino que le ha llevado hacia el desarrollo iOS, y sus recomendaciones a profesionales de cualquier edad y trayectoria.
Yo no estaba desactualizado
Hace 4 años, mis especialidades eran las siguientes:
VB6
C++
COM
Win32 API
Python
Smalltalk
Cualquiera que viese eso, podría pensar que estaba más pasado de rosca que los Pecos, y que lo mejor que podía hacer era dedicarme a otra cosa, o aceptar trabajos basura. Nada más lejos de la verdad.
No eres tú quien está desactualizado, sino tus conocimientos. Y esto último siempre tiene arreglo, especialmente si no es la primera vez que te pasa.
Cuando sales de la universidad es cuando más desactualizado estás, y encima es cuando más cuesta ponerse al día. Si tienes 10 años de experiencia, eso nadie te lo quita y es una base fantástica para actualizarte en tiempo record.
En el fondo las tecnologías se repiten, los patrones son los mismos. Es mucho más fácil hacer un mapeado de lo nuevo, si tienes un buen bagaje previo.
Volver a Empezar
A lo largo de la vida de un desarrollador, con frecuencia toca empezar de nuevo y hay que reciclarse. Esto nos ocurre muchas veces, nuestro sino particular es renovarnos constantemente, y transformarnos según los cambios del mercado y las tecnologías.
La primera vez que te ocurre, es cuando sales de la Universidad. Por contradictorio que pueda parecer, ese es precisamente el momento de tu carrera en que más obsoleto te encuentras. Lo que se enseña en la universidad poco o nada tiene que ver con lo que de verdad demandan la empresas.
Sabes mucho de Álgebra, Cálculo, algo de Java y algo de Matlab.
Sin embargo, apenas has visto otros lenguajes que te muestren nuevos paradigmas de programación. Tu arsenal se limita -en el mejor de los casos- a la Programación Orientada a Objetos.
Poco o nada sabes de bases de datos NoSQL, de stacks modernos de desarrollo web, como Node.js, ROR o Django.
En ningún momento te han expuesto a lenguajes orientados a la concurrencia, como Erlang o Node.
Ni por asomo te han enseñado Scrum, gestión de proyectos, uso de control de versiones, herramientas para crear aplicaciones web de forma eficiente y moderna como Angular, TDD y su verdadera utilidad y otro sinfín de herramientas que son las que te hacen verdaderamente productivo en la industria y que te permiten acceder a los mejores puestos de trabajo (dentro y fuera de España).
Tan solo te han preparado para una cosa: picar Java en las minas de sal de una cárnica. Y creedme, eso no es vida.
Por eso, desde un principio es vital saber reinventarse y adaptarse a lo que la industria necesita de verdad.
Nunca te prepares para el presente, sino para el futuro
En mi situación hace 4 años, tenía que elegir un área de especialización diferente, y había muchas posibilidades. La programación web estaba en pleno auge, así como .NET. Con mi pasado de Windows, .NET podría parecer la opción lógica, pero no era así.
.NET ya tenía sus años y había muchos desarrolladores con mucha trayectoria. Por lo tanto yo siempre tendría el “handicap” de tener menos años de experiencia que la mayoría.
Por eso, al actualizarse hay que elegir las tecnologías que estén de verdad despuntando, aunque no haya demasiadas ofertas aún. Es en esas donde puedes convertirte rápidamente en el “Rey del Mambo”. Nadie tiene hoy 7 años de experiencia en Swift, Node, iOS, Angular, Big Data o MongoDB (por citar algunas). Ahí es donde hay que centrarse.
Con tu historial previo y mucho esfuerzo, puedes convertirte en un referente mundial -o al menos nacional- en alguna de esas tecnologías.
iOS a vida o muerte
Después de mucho pensarlo, elegí aprender desarrollo iOS. Era una tecnología que estaba despuntando, en un mercado que veía como el futuro para los próximos diez años: los móviles.
Jamás había programado para Mac (ni había tenido uno), no tenía un iPhone (usaba un HTC con Windows por aquel entonces) y no tenía ni idea de qué demonios era eso de Objective-C.
No obstante, siempre recordaba la frase de un dirigente de la Federación Chilena de Fútbol, cuando Chile logró ser elegido como sede del Campeonato de 1962 (ahí se estrenaba una joven promesa del fútbol brasileño, aún menor de edad, conocido como Pelé). Fue criticado por no tener ningún tipo de infraestructura para organizar un evento de esa magnitud, y respondió: “Porque no tenemos nada, lo haremos todo”.
Porque no sé nada, lo aprenderé todo…
La situación era muy difícil, tenía un niño recién nacido, los ingresos reducidos y los gastos subiendo sin parar. Por si fuera poco, estábamos en invierno y la reparación de la calefacción era carísima.
Decidimos mudarnos temporalmente a Brasil, a una finca de mi suegra, perfecta para una retiro espiritual: ninguna distracción a 400 km a la redonda. Con una maleta llena de libros y los vídeos de Paul Hegarty en mi primer flamante Mac, empecé mi maratón.
Tres meses más tarde, leídos todos los libros y hechas algunas Apps, ya tenía claro lo que funcionaba y lo que no, cuáles eran los pilares del desarrollo para iOS y cuáles eran las tecnologías y frameworks que de verdad hay que saber usar a la perfección.
Este conocimiento, unido a la práctica y a la experiencia previa en muchos lenguajes de programación es lo que de verdad te hace Senior.
Regresamos a España y mi objetivo era sólo uno: escribir la mayor cantidad de código posible. Acepté todos los proyectos, desde clientes ínfimos hasta prestigiosas escuelas de negocio como el INSEAD, o proyectos en upwork.com (antes ODesk) para que otros me pagasen por practicar y aprender.
…Y luego lo enseñaré todo.
Sin embargo, una espina seguía clavada en mi alma: mi proceso de aprendizaje había sido demasiado duro, y estaba seguro que podría facilitar esa travesía en el desierto a otros programadores. Tras dar un primer curso, llegué a la conclusión de que se me daba razonablemente bien, me gustaba, y lo más importante, los alumnos parecían satisfechos.
Una vez más me senté frenéticamente frente al ordenador con un sólo objetivo en mente: crear el curso que a mí me hubiese gustado recibir cuando estaba empezando.
Aquí surgió la metodología KeepCoding de enseñanza: conceptos, los que de verdad importan, y absolutamente claros. Una progresión suave, que haga que el alumno aprenda casi sin darse cuenta, todo ello a la vez que se desarrolla una App de verdad.
Monté mi propia empresa de formación, y las oportunidades fueron saliendo. Trabajábamos casi 20 horas al día, de lunes a lunes y casi llené un pasaporte completo de tantos viajes para atender clientes en Europa, LATAM y EEUU.
Emprender es durísimo y a menudo entran ganas de tirar la toalla, pero lo importante es perseverar. El trabajo apasionado y bien hecho, va dando sus frutos, primero fui invitado para unirme al equipo del Big Nerd Ranch, y los clientes eran cada vez mayores. Con un perfil de LinkedIn siempre actualizado, las ofertas de empleo mejoraban en cantidad y calidad: Google, Apple, etc.
Sin embargo, sentía que no podía dejar de lado un proyecto donde lo había puesto todo, y que tantas alegrías nos había dado: la infinidad de testimonios de alumnos encantados y sobre todo la cantidad de historias de alumnos que cambiaron su carrera y hasta su vida gracias a lo aprendido con nosotros.
Desarrollo de Apps Móviles Full Stack Bootcamp
Del deseo de aportar la mejor formación en las tecnologías que de verdad están generando trabajo y los mejores puestos para desarrolladores, surgió el Bootcamp de Desarrollo de Apps Móviles.
A lo largo de un programa intenso, estilo Agogé (el sistema espartano de enseñanza) para desarrolladores, los alumnos aprenden las principales tecnologías para desarrollar un producto de software moderno. Desde el uso de git, hasta un backend con Node.js que consume servicios de Cloud Computing como Azure o Amazon AWS, hasta los clientes web (con Angular), y los clientes mobile (iOS & Android).
No sólo eso, también Diseño para Desarrolladores, Gestión de Proyectos con Scrum, Tracks de negocio, e información sobre emigración al Silicon Valley para aquellos que quieran dar el salto definitivo a la Champions League. La traca final es un MVP para un proyecto real.
Es una formación creada por y para la industria, que permite ver todo el abanico de tecnologías que más se demandan en estos momentos, así como la arquitectura de una App real. El objetivo es que el alumno pueda iniciar una nueva etapa en su carrera en cualquiera de estas tecnologías y especializarse en ella.
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