Buscando la Apple Store de Atlanta
Después de una semana seguida de iOS avanzado en el Big Nerd Ranch, terminé sudando corchetes por todos los poros de mi cuerpo, así que para descansar dediqué el fin de semana a hacer unas compras y conocer la ciudad y visitar la Apple Store Atlanta.
Fui a dos centros comerciales, el Lenox Square Mall (más pijillo) y el Perimeter Mall (este último, en el quinto pepino). Para moverse por las ciudades americanas, la única opción razonable es alquilar un coche, así que me pille uno pequeñazo en el aeropuerto (que estaba muy cerca del hotel). Por supuesto que me lo pedí con GPS, y aun así me perdí de forma bochornosa innumerables veces.
Lo puse en Español, para facilitar un poco la cosa y con la esperanza de que usase el sistema métrico. Mi gozo en un pozo: era una voz de mujer con acento mexicano que insistía en darme las instrucciones en medidas anglosajonas:
– A trescientos pies, gire a la derecha
– Jija de la chingada, ¡¿qué es eso de trecientos pies?!
– A tres cuartos de milla, tome la rampa de salida
– Eso no me lo dice Ud a la cara, señora.
Tras patearme todas las autopistas que rodean Atlanta (la I75 me la sé de memoria), logré llegar a mis destinos. Los dos centros comerciales eran muy similares, prácticamente eran las mismas tiendas repetidas en los dos sitios. Curiosamente había muy pocas tiendas de electrónica, así que tuve que comprar la cámara y el micrófono que andaba buscando en otra parte.
En general, no se nota la crisis y no había tiendas cerradas, cosa habitual en los centros comerciales en España, o al menos en Madrid. En ambos había una Apple Store, y la descripción de las dos es la misma: petado hasta arriba.
En la Apple Store comprando un iPad
So pena de parecer cateto, he de confesar que nunca había estado en una Apple Store, siempre he comprado por internet o en el distribuidor Nine, así que os cuento mis impresiones de novato de la Apple Store de Atlanta.
Aun estaba cabreado por no poder comprarme el Nuevo iPad, así que decidí comprarme un Viejo iPad de US$ 399 como backup. En todas las mesas, hay iPads (supongo que viejos) con una app de catálogo abierta. No existe ninguna caja a la vista ni estanterías con los productos. En la app de catálogo hay un botón de «I need help», así que lo pulsé y la app me informó que vendría alguien a ayudarme. Al poco rato se me presenta un «asistente» (que no vulgar «vendedor») iPhone en mano:
– ¿En qué le puedo ayudar?
– Quiero un iPad de éstos.
– Muy bien, dice mientras trastea en su iPhone.
– … ¿donde lo recojo?
– Aquí mismo, ahora se lo traen.
Al poco rato, se presenta una chica (además muy guapa, es que lo cuidan todo ;-), con mi cacharro.
– Aquí tiene Ud.
– Gracias, ¿donde está la caja para ir a pagar?
– No hace falta, le cobro yo mismo aquí. ¿Tarjeta o efectivo?
– ¡!
– Ah, y necesito factura.
– Ningún problema, yo mismo se la hago. El tío le engancha un trasto al iPhone y ahí mismo me la imprime. De inmediato veo en mi iPhone que había recibido un email con instrucciones sobre cómo usar mi nuevo iPad. Perdón, mi nuevo Viejo iPad.
Es increíble el modelo de negocio que han montado: una tienda de Nexpresso es una tasca barriobajera en comparación.
Tengo que comprarme unas gafapastas: parezco demasiado normal
También me ofrecieron explicarme cómo usarlo y llevarlo ya configurado. Chaval, si supieras de donde vengo, no me dirias eso. Creo que tengo que mejorar mi aspecto nerd, ya que la gente me toma por una persona normal. Preocupante.
Tengo que parecerme más al «Linux» de la derecha.
