¿Has escuchado hablar de las API externas? Podríamos decir que es una tecnología que está revolucionando la forma en que los desarrolladores creamos y mejoramos nuestras aplicaciones. Según un estudio de Google Cloud, el 80% de las empresas líderes en tecnología utilizan API externas en sus servicios, ya que hacerlo representa muchas ventajas. Si alguna vez te has preguntado qué es esta tecnología, para qué sirve o cómo puedes aprovecharla, estás en el lugar correcto. En este artículo, te explicaré todo lo que necesitas saber para entenderlas y usarlas, incluso si estás comenzando desde cero.
¿Qué es una API externa?
En palabras técnicas, una API externa, o Application Programming Interface, por sus siglas en inglés, es una interfaz que permite a las aplicaciones comunicarse con los servicios o sistemas que no forman parte del software base. Esto quiere decir que permiten a diferentes aplicaciones interactuar entre sí sin necesidad de conocer los detalles internos de su funcionamiento. Por ejemplo, una aplicación de viajes puede usar una API externa de mapas para mostrarte la ubicación de un hotel sin tener que desarrollar su propio servicio de mapas.
Estas API las suelen proporcionar terceros y facilitan la integración de funcionalidades como pagos, mapas, traductores automáticos y mucho más. Un ejemplo de esto es que PayPal y Stripe ofrecen sus API para procesar pagos, Google Maps tiene una API para integrar sus mapas en aplicaciones, y Google Translate ofrece una API para traducir textos automáticamente.
¿Para qué sirve una API externa?
Como venía diciendo, gracias a ellas, los desarrolladores pueden integrar funcionalidades avanzadas en sus plataformas sin la necesidad de crearlas desde cero. Veamos de forma sintética cuáles son sus principales aplicaciones:
- Pagos en línea: Plataformas como PayPal o Stripe ofrecen API externas para integrar pagos en tu tienda online.
- Mapas y localización: La API de Google Maps le permite a las aplicaciones mostrar mapas interactivos o calcular rutas.
- Datos externos: Si necesitas información sobre el clima, noticias o mercados financieros, existen API como OpenWeather o NewsAPI que son muy útiles.
- Reconocimiento de voz o texto: También existen herramientas como la API de Google Translate o IBM Watson que hacen posible incorporar estas funciones en otras aplicaciones.
Como puedes ver, una API externa te permite ampliar las capacidades de tu aplicación al utilizar servicios que ya existen y están probados.
¿Cómo funcionan las APIs externas?
El funcionamiento de una API externa se basa en solicitudes y respuestas. Piensa en ello como un diálogo:
- El cliente, es decir, tu aplicación realiza una solicitud a la API externa.
- La API procesa esa solicitud y accede a la información o funcionalidad que necesitas.
- La API responde con los datos o resultados requeridos.
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👉 Prueba gratis el Bootcamp Aprende a Programar desde Cero por una semanaPara entenderlo mejor, tomemos un ejemplo sencillo. Supongamos que tienes una aplicación que necesita mostrar el clima actual, para lo que podrías usar la API de OpenWeather. El flujo sería algo así:
- Tu aplicación envía una solicitud con el nombre de una ciudad.
- La API devuelve los datos del clima, como la temperatura y el pronóstico.
- Tu aplicación muestra esta información al usuario.
Tipos de API externas
Cabe aclarar que no todas las API externas son iguales, pues dependiendo de su estructura y finalidad, podemos clasificarlas en varios tipos. Veamos cuáles son:
Según el acceso
Aquí, encontramos los siguientes tipos de API:
- API abiertas: Son públicas y están disponibles para cualquier desarrollador. Por ejemplo, las API de redes sociales como X, Instagram o LinkedIn.
- API restringidas: Estas requieren de autenticación o un token para que puedas acceder a ellas. Por ejemplo, las API de servicios de pago como Stripe.
- API privadas: Solo están disponibles para uso interno de una empresa.
Según el formato de datos
En este grupo, tenemos las siguientes:
- REST: Este utiliza HTTP y formatos como JSON o XML. Por ser simple, es bastante utilizado en las aplicaciones web y móviles que necesitan intercambiar datos de manera sencilla. Es el tipo de datos que se utilizan en los servicios web como las API de redes sociales, API de mapas, etc
- SOAP: Este se usa en las aplicaciones empresariales que requieren una mayor seguridad y realizar transacciones confiables. Por ejemplo, se utiliza en las aplicaciones bancarias que necesitan transferir dinero entre cuentas y llevar un registro detallado de esas transacciones.
- GraphQL: Este tipo es perfecto para las aplicaciones que requieren datos específicos y en tiempo real, ya que permite que el cliente solicite exactamente lo que necesita sin recibir datos innecesarios. Por ejemplo, las API de GitHub.
Ventajas de usar una API externa
Si todavía tienes dudas de cuál es la finalidad de usar este tipo de API, a continuación te contaré cuáles son sus principales ventajas:
- Ahorro de tiempo y recursos: No necesitas construir todo desde cero, ya que puedes aprovechar otros servicios existentes que sabes que funcionan bien.
- Acceso a tecnologías avanzadas: Puedes usar servicios más complejos que de otro modo serían difíciles de implementar en tu proyecto.
- Facilidad de integración: Muchas API externas ofrecen documentación clara para guiarte en el proceso de implementación.
- Actualizaciones constantes: Por lo general, los proveedores lanzan actualizaciones para mejorar sus servicios constantemente.
¿Cómo usar una API externa en tu código?
Para mostrarte mejor cómo funcionan las API externas, te traigo un ejemplo en el lenguaje Scala para conectarte a una API de clima:
import scalaj.http._
object WeatherApp {
def main(args: Array[String]): Unit = {
val apiKey = "tu_api_key"
val city = "Madrid"
val response = Http(s"https://api.openweathermap.org/data/2.5/weather?q=$city&appid=$apiKey")
.asString
println(response.body)
}
}
En este caso usamos la librería scalaj-http para hacer la solicitud. Luego, enviamos la ciudad y la clave de la API como parámetros, para así tener la respuesta en formato JSON e imprimirla en la consola.
Problemas comunes al usar APIs externas
Todo hay que decirlo: aunque las API externas pueden ser muy útiles, también es posible que lleguen a representar unas cuantas complicaciones. Veamos cuáles podrían ser:
- Límites de uso: Muchas API tienen restricciones en el número de solicitudes por minuto o por día.
- Autenticación compleja: Algunas API necesitan de configuraciones avanzadas para autenticarte.
- Cambios en la API: Si el proveedor modifica su estructura, podría afectar a tu aplicación.
Para evitar problemas, asegúrate de leer la documentación oficial y realizar pruebas antes de implementar la API en tu proyecto.
Luego de todo lo que has aprendido, has de saber que trabajar con una API externa es una habilidad esencial para cualquier programador, ya que te permite conectar servicios o, incluso, crear aplicaciones más completas.
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