Un USB booteable es un dispositivo de almacenamiento, como una memoria USB o un disco externo, que se configura para que un ordenador pueda arrancar un sistema operativo desde él en lugar de hacerlo desde el disco duro interno. En otras palabras, el USB es un salvavidas cuando tu sistema operativo falla y necesitas instalar uno nuevo o realizar diagnósticos en tu equipo.
¿Para qué sirve un USB booteable?
Principalmente, un USB booteable sirve para instalar sistemas operativos o restaurar datos importantes, pero puede ser utilizado también como herramienta de diagnóstico o reparación. Veamos algunos de sus usos más comunes:
Instalar sistemas operativos
Si necesitas instalar Windows, Linux o incluso macOS, puedes hacerlo de forma rápida y segura usando un USB booteable y sin necesidad de un disco óptico. Para esto, sólo necesitas el archivo ISO del sistema operativo y un programa para configurarlo, como Rufus o UNetbootin.
Recuperar y reparar el sistema
Si tu sistema operativo no arranca, puedes usar un USB booteable con herramientas de recuperación para solucionar errores o recuperar el acceso. Este tipo de USB puede contener software de diagnóstico, herramientas de reparación del sistema y utilidades para la recuperación de datos que puedan ayudarte cuando tu sistema operativo ha fallado.
Al arrancar desde un USB booteable, puedes acceder a este tipo de funciones sin depender del sistema operativo instalado en tu disco duro, que resulta ser una solución eficiente en casos de emergencia.
Probar sistemas operativos
Es ideal para probar sistemas como distribuciones de Linux sin instalarlos en tu ordenador, lo que resulta útil si quieres probar diferentes sistemas o si necesitas trabajar en uno específico de forma temporal, ya que puedes ejecutar el sistema operativo directamente desde el USB.
Además, puede ser una herramienta muy útil para desarrolladores y profesionales de IT que necesitan acceder rápidamente a diferentes entornos de trabajo sin afectar su sistema principal.
Herramientas de diagnóstico
Este tipo de USB también puede incluir herramientas para analizar el hardware, reparar errores de disco o comprobar el estado de tu sistema sin necesidad de iniciar el sistema operativo inicial. Esta característica resulta especialmente práctica en situaciones de emergencia en que el sistema no arranca correctamente.
Rescatar datos
En caso de que tu sistema operativo no encienda, un USB booteable puede ayudarte a acceder a los archivos almacenados en el disco duro y copiarlos a otro dispositivo antes de realizar reparaciones o reinstalar el sistema. De esta manera, puedes asegurar tus documentos importantes, fotos y otra información valiosa para que no la pierdas en el proceso de reparación.
¿Cómo crear un USB booteable?
Como puedes ver, un USB booteable puede ser de gran utilidad y salvarte en muchas situaciones de emergencia. Por eso, puede resultar útil que aprendas cómo puedes crear uno pues, además, es más sencillo de lo que puede parecer:
Descarga el archivo ISO
El primer paso para crear un USB booteable es conseguir el archivo ISO del sistema operativo o la herramienta que necesitas. Puedes encontrarlo en los sitios web oficiales de Windows, Linux o del software especializado que buscas.
Descarga un software especializado
El siguiente paso es conseguir un programa diseñado para este propósito. Puedes encontrar en la web una gran variedad, siendo los siguientes algunos de los más conocidos y utilizados:
- Rufus: Ideal para Windows, este software es rápido y fácil de usar. Además, soporta otros sistemas como Linux y una amplia variedad de configuraciones.
- UNetbootin: Aunque es una excelente herramienta para distribuciones de Linux, este software también soporta sistemas como Ubuntu, Fedora o Debian.
- Herramienta de creación de medios de Windows: Esta es una herramienta oficial y específica para este sistema operativo que facilita la creación de un USB booteable para instalar o reinstalar Windows 10 o Windows 11.
Selecciona tu dispositivo USB
Una vez tienes el archivo ISO y el programa, debes conectar el USB que vas a utilizar y asegurarte de que tiene suficiente capacidad (generalmente, 8 GB o más). Recuerda que el contenido del USB será borrado durante este proceso, así que debes asegurarte de hacer una copia de seguridad de cualquier dato importante que tengas en él.
Configura y crea
Ahora, debes abrir el programa, seleccionar la imagen ISO y, luego, el dispositivo USB. Después, debes ajustar las configuraciones según tus necesidades. Por último, haz clic en “Crear” y espera a que el proceso termine.
Consejos para aprovechar mejor un USB booteable
Mantén una copia actualizada
Si usas herramientas de diagnóstico o recuperación, es importante que las mantengas actualizadas para un mejor rendimiento.
Verifica la compatibilidad
Algunos sistemas operativos necesitan configuraciones específicas en la BIOS o UEFI. Por esto, es importante que consultes la documentación del sistema operativo para asegurarte de que tu BIOS/UEFI esté configurada correctamente. Puedes habilitar opciones como Legacy Boot o Secure Boot según sea necesario.
Usa USB de alta calidad
Opta por utilizar memorias USB de marcas reconocidas y con buenas velocidades de lectura y escritura, ya que pueden ser más duraderos y ofrecer un mejor rendimiento, especialmente al transferir grandes cantidades de datos.
Finalmente, un USB booteable puede ofrecerte una solución práctica y accesible a aquellos problemas que imprevistamente puedan afectar a tu equipo. Además, puede ser una herramienta de gran utilidad para probar e instalar los diferentes sistemas operativos si así lo requieres.